El calvario para la familia de Micaela Ortega comenzó un día como hoy, pero del año 2016. Aquel 23 de abril, la niña de 12 años salió de su casa en Bahía Blanca, motivada por un criminal que la había engañado mediante un perfil falso de Facebook.
Micaela nunca regresó y tras la denuncia por averiguación de paradero se iniciaron una enorme cantidad de rastrillajes y operativos que no dieron con ella.
El caso se desplegó rápidamente por todos los medios de comunicación y mientras los días pasaban la angustia se incrementaba.
Tras un mes de una intensa búsqueda, se incorporaron a la causa integrantes del National Center for Missing & Exploited Children. Un organismo estadounidense sin fines de lucro que trabaja a nivel mundial contra la pedofilia y que colabora con la Justicia en casos como este.
Esto fue fundamental para llegar a Jonathan Luna, un hombre de 26 años que vivía en el barrio Ingeniero White.
Luna había contactado a Micaela a través de la mencionada red social haciéndose pasar por una niña de su misma edad. En consecuencia, la Justicia ordenó el allanamiento a esa vivienda.
Allí se encontraron el celular y la campera de la menor. Luna fue detenido y, comprometido por las pruebas en su contra, se quebró: confesó el asesinato y reveló el lugar de donde había escondido el cuerpo.
Fue allí, tras un mes de la desaparición, que encontraron a Micaela estrangulada con una remera y golpeada en la cabeza en un descampado en las afueras de la ciudad, en un lugar lleno de arbustos y pastizales localizado cerca de la ruta 3.
Ya estaba prófugo cuando cometió el delito
El fiscal de la causa determinó que el acusado tenía, en ese entonces, cuatro cuentas de Facebook y a través de una logró organizar y concretar un encuentro con Micaela.
Fue entonces donde, según la reconstrucción de la investigación, la niña y Luna caminaron unos 9 kilómetros hacia un descampado donde él intentó abusar de ella, le robó y la mató.
Ademas, la justicia afirmó que Luna se encontraba prófugo cuando cometió el crimen de la menor. Se había escapado en 2014 durante una salida transitoria mientras se encontraba purgando una condena por robo calificado en la provincia de Río Negro.
Finalmente, el 19 de octubre de 2017 fue condenado a prisión perpetua en un juicio histórico, ya que se trató del primero por grooming y seguido de femicidio en Argentina.
La Ley Micaela Ortega
La ley para prevenir el grooming fue impulsada tras el caso de Micaela Ortega. De esta manera, la ley crea un Programa Nacional de Prevención ante el Grooming o Ciberacoso en Niñas, Niños y Adolescentes.
Los objetivos del programa son generar conciencia sobre el uso responsable de las Tecnologías de la Información y Comunicación; garantizar la protección de los derechos de las niñas, niños y adolescentes frente al grooming o ciberacoso; capacitar a la comunidad educativa a los fines de concientizar sobre la problemática del grooming o ciberacoso, diseñar y desarrollar campañas de difusión; y brindar información acerca de cómo denunciar este tipo de delitos.