Las duras palabras de una sobreviviente del tiroteo de Texas

Tiene solo 11 años y relató ante legisladores estadounidenses lo que vivió en la masacre perpetrada hace dos semanas. "No quiero que vuelva a suceder", aseguró.

Miah Cerrillo es una de las sobrevivientes de la masacre perpetrada hace dos semanas en Texas. En el Congreso de Estados Unidos, durante la audiencia sobre la regulación de armas en el país, pidió a los legisladores que «no vuelva a suceder» algo así.

La niña de 11 años es alumna de cuarto grado de la Escuela Primaria Robb en Uvalde, Texas. Su testimonio retrató la experiencia que vivió cuando 19 de sus compañeros y dos maestras fueron baleados por un joven de 18 años.

Entre sus dichos, contó en una entrevista pregraba que para salvarse se untó sangre de una compañera asesinada. Lo hizo para que el asesino creyera que ella estaba muerta. Además, contó que ya no se sentía segura en la institución.

Sobre cómo sucedieron los hechos, contó: “Le dijo a mi profesora ‘buenas noches’ y le disparó en la cabeza”. “Luego disparó a algunos de mis compañeros y a la pizarra”, agregó. Y añadió: “disparó a mi amiga que estaba a mi lado (…) y pensé que iba a volver. Tomé la sangre y la puse sobre mi”.

Aseguró que quería «tener seguridad» y aseguró: «No quiero que vuelva a suceder».

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Masacres armadas y una respuesta ineficiente

El testimonio de la pequeña se dio en el marco del debate que despertó las masacres en Texas y en un supermercado de Buffalo. En este contexto, el Congreso debe enfrentar la presión de responde a la creciente violencia armada.

En esa línea, Carolyn Maloney, presidenta del Comité de Reforma y Supervisión, expresó: «Espero que todos mis colegas escuchen con el corazón abierto mientras los sobrevivientes de la violencia armada y sus seres queridos relatan uno de los días más oscuros de sus vidas».

«En última instancia, esta audiencia se trata de salvar vidas, y espero que impulse a mis colegas de todo el espectro político a aprobar una legislación para hacer precisamente eso», agregó.

Un proyecto de ley con limitaciones

Por su parte, un conjunto de senadores demócratas y republicanos trabajan en una normativa con el objetivo de reformar la regulación de armas.

Si bien no incluye la prohibición de armas o verificación de antecedentes universales, el paquete busca aumentar la financiación de los servicios de salud mental y la seguridad escolar. Asimismo, propone ampliar las verificaciones de antecedentes de los compradores de armas e incentivar a los estados a instituir las llamadas «leyes de bandera roja», que autorizan a confiscar armas de personas consideradas una amenaza.

De lograrse un acuerdo, deberá enfrentar a un Senado dividido. A ello se suma la obtención de los votos de 10 republicanos, un sector que se opone a una reforma regulatoria.

Por su parte, los demócratas se proponen a aprobar un paquete de propuestas en la Cámara de Representantes. Este incluye aumentar la edad permitida para comprar rifles semiautomáticos de 18 a 21 años.

 

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