Otro aniversario de un femicidio golpea a una familia entera. El 10 de junio de 2013, Ángeles Rawson fue vista por última vez. En horas de la mañana, se registró su ingreso al edificio donde vivía, pero nunca llegó a su departamento. Nunca se la volvió a ver con vida.
En el hall del edificio ubicado en Ravignani 2360, en CABA, se encontró al portero del lugar: Jorge Néstor Mangerie. Aunque pudo ser un encuentro causal y efímero, terminó en un desenlace fatal. Magerie la atacó, intentó abusar de ella y ante la resistencia, la asesinó.
El cuerpo de la adolescente fue hallado un día después, en la sede del Ceamse en José León Suárez. El caso conmocionó al país y volvió a despertar la bronca en la sociedad porque el propio Mangerie participó de la búsqueda de la joven.
Actualmente, el femicida se encuentra en el módulo 1 pabellón «C» del penal de Ezeiza. Condenado a prisión perpetua, incluso por la Corte Suprema de la Justicia en 2018, aún le quedan 26 años más de encierro.
Una carta llena de dolor
Jimena Aduriz, madre de Ángeles, logró transformar ese dolor en lucha por su hija. Exigió justicia, pero recordó siempre con amor y ternura a la joven.
A nueve años del crimen de Ángeles Rawson, su mamá compartió en su perfil de Facebook un breve, pero sentido posteo para su hija.
“Es imposible imaginar lo que es transitar este camino cuando te arrebataron la vida siendo tan chiquita y que esto es irreversible”, escribió. Y continuó: “No puedo dejar de pensar y sentir tu pelo enmarañado y medio dormido de la última vez que te di un beso y estabas viva. Fue el domingo 9 a la noche. Nuestra última conversación el lunes 10, cuando te avisé que había que comprar café”.
Y concluyó: “Hoy no puedo resignificar tu muerte; hoy no puedo ser un ejemplo de fortaleza. Hoy solo abrazo tu cajón tratando de sobrellevar este absurdo. Mañana será otro día. Te extraño mi vida, tanto que ahoga. Mami”.
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