Un esquiador estuvo más de una hora enterrado bajo un metro y medio de nieve a raíz de una avalancha en la ciudad de Ushuaia y pudo ser rescatado gracias a la habilidad de Tango, un perro entrenado para este tipo de accidentes. El animal marcó el lugar donde se encontraba la víctima y posibilitó que lo encontraran con vida.
El episodio se desencadenó pasadas las 20.30 del sábado en el Glaciar Martial, ubicado en la zona alta de la capital fueguina. Un gran desprendimiento de nieve se deslizó montaña abajo y sorprendió a dos jóvenes que practicaban esquí de travesía, en medio de una jornada con nevadas intermitentes.
Uno de ellos sufrió golpes en una rodilla al trabar el esquí contra unas rocas, pero logró eludir la avalancha y pedir ayuda. Por otro lado, su compañero quedó momentáneamente desaparecido.
De inmediato, integrantes de la Comisión de Auxilio de Ushuaia activaron el protocolo de rescate y se dispuso un operativo de búsqueda con base en la parte inferior del glaciar.
⚠️20:40 hs se activa Comisión de Auxilio por avalancha en zona del Martial , una persona logró salir a otra se lo está buscando, salen rescatistas a la zona
— ComisionAuxilioUsh (@ComisionAuxilio) July 10, 2022
Uno de los primeros rescatistas en acudir al llamado de emergencia fue el cabo primero del Cuartel de Bomberos 2 de abril.
Al llegar al glaciar, lo hizo acompañado de su perro Tango. Un labrador de 10 años entrenado en búsqueda de personas para casos de avalanchas o estructuras colapsadas.
Los rescatistas llegaron cerca de las 22.00, subieron un tramo de la montaña en motos de nieve y después comenzaron una carrera a pie, enterrándose hasta la cintura y saltando troncos.
“Cuando el muchacho que pidió auxilio me marcó el lugar, Tango empezó a hacer su trabajo. Recorrió unos 10 metros y empezó a ladrar y a rascar la nieve. Lo había encontrado”, relató el bombero.
“Empezamos a escarbar con cuidado, con palas y con las manos. Hasta Tango ayudó. La nieve estaba muy compacta y húmeda. De repente encontramos una mano. Estaba quieta y temimos lo peor”, continuó el rescatista.
Sin embargo, cuando los miembros de la Comisión de Auxilio lograron destapar el cuerpo que estaba un metro y medio enterrado en la nieve, vieron que el joven movía los dedos, y a partir de allí se desató una verdadera carrera contra el tiempo para ponerlo a resguardo y trasladarlo de urgencia hasta un centro médico.
Los brigadistas prepararon al joven accidentado, lo subieron a una camilla e iniciaron el descenso por la montaña. Llegando así a la base del glaciar donde los esperaba una ambulancia.
Media hora después descendió el resto del personal afectado a las tareas de rescate y se dio por finalizado el operativo.
Cerca de las 2 de la mañana, un parte extraoficial emitido por personal médico del Hospital Regional Ushuaia informó que el joven se recupera y se encuentra estable, con parámetros normales e internado en observación.
El segundo en lo que va del invierno
El incidente es el segundo con similares características que ocurre en inmediaciones del mismo glaciar en lo que va de la temporada de invierno. El anterior tuvo lugar el 21 de junio, cuando una joven de 25 años, que también practicaba esquí de travesía, quedó atrapada por una avalancha y pudo ser rescatada luego de un operativo de más de siete horas.