Una oficial de la Policía de la Ciudad quedó detenida tras ser acusada por el encubrimiento del crimen del adolescente Lucas González, el futbolista de Barracas Central asesinado a balazos durante un procedimiento policial irregular. Además, se la acusa de torturar a tres amigos de la víctima que se encontraban con él al momento de su muerte.
Teresa María Luján Scorza se desempeñaba en la División Sumarios y Brigadas de Prevención de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad. Su arresto lo requirió el fiscal del caso, Leonel Gómez Barbella. Asimismo, la jueza de Instrucción Paula González lo dispuso.
15 policías detenidos
Con esta detención, ya son 15 los policías apresados en el marco de la causa. Los otros 14 oficiales se encuentran bajo prisión preventiva y en la espera del juicio oral.
«Hoy la familia de Lucas González y los familiares de los chicos sobrevivientes recibieron una buena noticia. Quien los había humillado, discriminado e insultado está presa. Es la policía que aplicó odio estructural diciéndoles a los chicos negros de mierda y chorros, tratándolos como basura mientras estaban esposados en el piso«, aseguró a la Agencia de Noticias Télam, el abogado representante de las victimas, Gregorio Dalbón.
El arresto de Scorza, se dispuso luego de que la policía fuera reconocida en una rueda fotográfica por uno de los amigos de Lucas. Este la marcó como responsable de haberlos detenido ilegalmente y quién los sometió a torturas.
Ante esa nueva prueba, Gómez Barbella reiteró el 7 de julio último el pedido de detención. Pedido que finalmente aceptó la jueza el pasado lunes.
Scorza se encuentra alojada en la sede de la División Homicidios de la Policía Federal Argentina (PFA). Se espera que durante esta tarde sea indagada.
Encubrimiento y torturas
Los delitos que se le imputan son «encubrimiento agravado por la condición de funcionario público y por ser el ilícito precedente especialmente grave en concurso real con privación ilegal de la libertad calificada al tratarse de un funcionario público que actuara con abuso de sus funciones y por haber cometido torturas».
Según la acusación, Scorza fue una de las principales en torturar psíquicamente a uno de los amigos de Lucas; mientras se encontraba ilegítimamente detenido después del tiroteo por parte de la fuerza.
El joven aseguró que mientras se encontraba boca abajo esposado con sus manos en la espalda en la intersección de Prediel y Alvarado, de Barracas, esa policía tomó su mano y le colocó el dedo en su teléfono celular con el objeto de rastrear a uno de sus amigos.
Además, según el joven, la oficial le preguntaba «dónde tenía la droga» y le decía que era un chorro y que a su amigo Lucas «le tiraron porque hizo las cosas mal».