Si decimos los nombres Endré Friedmann y Gerda Taro nos suenan desconocidos. Pero si decimos Robert Cappa quizás algo nos remita.
Por su parte, Friedmann nació en Budapest, Hungría, en 1913 en el ámbito de una familia judía con una buena posición económica.
Por otro lado, Gerda Taro nació en Alemania en 1910 y era hija de una familia judía polaca.
Durante su adolescencia, Endré comenzó a tomar fotografías de forma amateur. Y fue así hasta que cumplió 18 años. En ese momento Hungría vivía bajo un gobierno fascista y Friedmann buscó escapar de eso. Así, pasó por Alemania para luego llegar a París. Ahí conoció al fotógrafo David Seymour, que le consiguió un trabajo como reportero gráfico en la revista Regards. Y fue en 1933 donde conoció a Henri Cartier-Bresson y David Saymour «Chim», quienes se convirtieron en sus amigos.
Un año después, en París, los destinos de ambos se cruzaron. Y fue tal su conexión, que se enamoraron y se convirtieron en compañeros de trabajo.
El nacimiento de Robert Cappa
En el intento de aumentar el valor de sus trabajos, Greta y Endré inventaron un seudónimo: Robert Cappa. Todo nació por una razón: Endré era un excelente profesional pero a nivel estético y de estrategia le faltaban algunos ajustes. Y fue ella quien lo asesoró en estos aspectos.
En ese entonces, ellos sabían que dos jóvenes judíos debían reinventarse si querían sobrevivir en una Europa antisemita.
Así inventaron a Robert Cappa, un fotógrafo estadounidense rico y exitoso que recién había llegado a Europa. Y para poder acceder a él plantearon que sólo se podía acceder a través de sus representantes, que eran ellos mismos.
Es casi imposible saber quien de los dos es el autor de cada fotografía firmada con dicho nombre. Al menos las que fueron tomadas antes de 1937.
La Guerra Civil Española
Utilizando pequeñas cámaras portátiles para acercarse a los combates, lograron captar fotografías icónicas de ese proceso.
Pero en 1937 un hecho les cambió la vida. Durante un repliegue del ejército republicano, Gerda fue atropellada por un tanque y falleció a las pocas horas en el hospital, en la madrugada del 26 de julio de 1937, seis días antes de cumplir 27 años.
Así, una parte de Robert Cappa dejó de existir. Y ahora dependía de Endré continuar con el proyecto.
La polémica
Pero el paso de los años comenzó a tejer dudas sobre esta fotografía. Algunos plantearon que la fotografía era una puesta en escena y comenzaron a debatir sobre el lugar en el que había sido tomada y sobre cómo había sido la situación.
La teoría más aceptada explica que el 5 de septiembre fue un día tranquilo en el lugar -aún se sigue debatiendo si fue en Cerro Muriano o en Valle de Espejo-, y por eso Endré salió con un grupo de milicianos a hacer algunas fotos por los alrededores. Así, comenzaron a realizar carreras simulando un asalto hasta que fueron atacados por tropas franquistas. Incluso hay quien sugiere, dada la postura del protagonista de la imagen, que este estaría posando para Cappa justo en el momento en que fue alcanzado por un disparo.
Pero Richard Whelan, biógrafo de Endré/Cappa expresó que:
“Insistir en saber si en realidad la fotografía muestra a un hombre en el momento en que ha sido impactado por una bala es a la vez morboso y trivial. La grandeza de la imagen reside, en última instancia, en sus implicaciones simbólicas, no en su exactitud literal como un informe sobre la muerte de un hombre en particular”
La Segunda Guerra Mundial
Aquel día fotografió a los soldados que desembarcaban en la playa Omaha.
De las 134 fotos que tomó del desembarco, solo 11 sobrevivieron al revelado. Las que pidieron rescatar fueron publicadas en la revista Life, que fue la que le dio el prestigio internacional.
En 1947, junto con Henri Cartier-Bresson, George Rodger, William Vandiver, y David (Chim) Seymour, fundó Magnum Photos, la primera agencia cooperativa de fotógrafos independientes.
Después de la creación de Magnum, se dedicó a enseñar a fotógrafos más jóvenes.
Así, a los 40 años terminó la corta pero intensa vida de este fotoperiodista cuya carrera sintetizó en la frase: «Si tus fotos no son lo suficientemente buenas, es que no te has acercado lo suficiente».
Robert Capa dejó un legado de 70.000 negativos, un testimonio visual reunido a lo largo de 22 años de carrera (1932-1954).
Así, termina otro capítulo de esta serie que tiene como fin difundir el trabajo de todos estos fotógrafos que difunden las realidadesde un mundo extremadamente complejo.