La banda, surgida en la Ciudad de Buenos Aires, comenzó el año pasado, cuando Nahiel Dornell, Ada y Jazmín Levitán decidieron unir sus talentos y comenzar un proyecto musical al que llamaron LOTO.
Si tuviera que definir a la banda, diría que no se parece a nada de lo que estamos acostumbrados a escuchar. Hay reggaetón, flamenco, cumbia, pero en dosis muy pequeñas que forman un resultado con mucha sensibilidad.
En diálogo con El Numeral, Nahiel Dornell, artista trans, acordeonista, compositor, docente e integrante de Loto, nos cuenta como llegaron a desarrollar el material que hoy se puede escuchar en plataformas musicales y en vivo.
¿Cómo definirías la música que hace Loto?
Dentro del proyecto hacemos temas propios, enmarcados dentro de géneros tropicales como la cumbia y el reguetón, pero con cierta sutileza de quienes formamos la banda. Venimos de cierta formación, que incoporar el acordeón o la guitarra flamenca que trae Ada, le da una vuelta de tuerca a ese género musical del mainstream. Tenemos esa ideas de hacer música bailable, pero también queremos que quien la escuche, pueda sentarse y disfrutar si quiere. Valoramos esa doble apreciación.
Si bien música puede hacer cualquiera, con o sin formación, es verdad que está medio instalada dentro de la gente que tiene formación musical la acción de despreciar a los géneros populares. He tenido que escuchar todo tipo de desvalorizaciones de parte de musiques mas academiques. Entonces está buena esta fusión. De hecho no solo hacemos temas propios, a veces reversionamos canciones que ya existen.
¿Cómo fueron los comienzos del proyecto?
Loto se forma en medio de la pandemia, ya estamos juntes hace un año y medio. Al principio fue difícil, llevó tiempo, con los meses empezamos a grabar algunas cosas pero recién ahora está saliendo a flote de alguna manera.
¿Por qué Loto?
La palabra Loto como musicalidad, es una palabra cortita pero creo que tiene mucho poder y un gran significado. Investigando, descubrimos que la flor de loto se asocia a algunas disciplinas espirituales y que es una flor muy especial, muy bonita, que nace desde lugares super pantanosos, del barro. Esa combinación de lo pantanoso y lo bello, nos pareció super poética.
¿Cómo se conocieron?
Primero conocí a Ada, nos teníamos en redes, nos conocíamos desde lejos hace mucho tiempo. Yo sabía que ella hacía música, habíamos hablado para participar de un evento. Pero cuando se me ocurrió el proyecto, la contacté porque me interesaba su perfil musical. Después a Jaz la conocimos por una amiga común, no nos conocíamos mucho previamente a Loto. Venimos de mundos completamente distintos y encajamos de manera muy equilibrada.
La banda está integrada por todas personas del espectro trans, cis y no binarie. A veces hacemos el chiste de que completamos la sigla LGBT porque todes podemos englobarnos dentro del término disidencias.
Si bien está este componente hermoso que nos hace unirnos mucho más en lo humano y vincular, algo que me gusta es que no apuntamos a ese colectivo, no es la temática principal a nivel musical. Si bien nos encantó tocar con Rebelión, en nuestra última fecha, o en los círculos que habitamos más disidentes, hacemos un estilo de música que en cualquier espacio puede funcionar.
¿Cómo es la dinámica a la hora de componer?
A la hora de componer, las letras están pensadas por diferentes personas que integramos el grupo. Por ejemplo, «Chica del barrio chino» es un tema propio.
Antes del proyecto, yo había compuesto pero no dentro del género bailable. Vengo de una formación clásica de conservatorio y tenía composiciones de este estilo, incluso folclóricas, porque yo con el acordeón hago mucho chamamé y laburo en peñas, pero recién ahora siento que estoy desarrollando este género y me encanta porque tenemos este formato que lo amerita.
Además, la recepción del público superó mis expectativas. Tenemos un tema que se llama «Sangría Tropical» y Jaz había propuesto una coreo para nuestro primer show, aprovechando esa canción. Yo tenía mucho miedo, porque si bien era un pasito sencillo, me parecía un montón que personas que recién estaban escuchando por primera vez nuestra canción, sigan una coreo.
Sin embargo, por lo que vi, muches la estaban bailando, cantado, creo que de las cosas que más me gusto de la experiencia en vivo fue ver como personas desconocidas cantaban nuestras canciones.
¿Cómo fue grabar una canción con La Charo?
Trabajar con La Charo en conjunto con esa canción fue increíble. Integrante de Tonolec en su momento y una artista que dentro del folklore y de otros géneros que ha hecho una investigación sobre lenguas autóctonas y fusionar con música, super interesante. Que haya participado de nuestro video, después de haber recibido un e-mail que le mandamos, fue mágico, nunca nos había pasado.
En lo personal, me hace muy feliz Loto, es una de las cosas que más me motiva. Poder juntarme con un grupo tan lindo de personas y poder llevar a cabo algo así.
Como músico, me pasó de integrar proyectos en donde hay que remar en dulche de leche. Que de repente el proyecto tenga una llegada muy positiva en las personas que lo van conociendo, como la que tiene, es muy motivador.
Si bien todes hemos participado y participamos activamente de diversos escenarios, la experiencia de tocar dentro de este formato es algo completamente nuevo. Al contrario de tomar el camino hegemonico de la música, estamos asumiendo riesgos y la originalidad es la que nos motiva a seguir con el proyecto.