Violencia de género | Un funcionario de la Justicia separado de su cargo

Se trata de Marcelo Guzmán, quien se desempeñaba como relator del Superior Tribunal de Justicia provincial. Fue denunciado por su esposa en un video en el que muestra las lesiones.

En Tierra del Fuego, un relator de un juez del Superior Tribunal de Justicia fue separado de su cargo luego de una denuncia por violencia de género.

Su esposa subió a sus redes un video contando lo sucedido donde se la ve con el rostro y el cuerpo desfigurados producto de los golpes. Allí asegura que teme por su vida.

Se trata de Marcelo Guzmán, uno de los relatores del juez de la Corte fueguina Ernesto Loffler. Quien a raíz de la denuncia enfrenta una causa penal que se tramita en Ushuaia.

Recientemente se le ordenó una prohibición de acercamiento a 200 metros de su esposa. Además el juez Loffler difundió un comunicado a través del área de prensa del Poder Judicial, en el que informó que hasta tanto se esclarezcan los hechos y el proceso judicial culmine, el doctor Guzmán está desafectado de sus tareas.

«Es conocido que condeno enfáticamente cualquier tipo de violencia, especialmente de género. Hoy lo ratifico. Así como mi compromiso de garantizar a todas las posibles víctimas y personas en situación de vulnerabilidad un acceso pleno a la justicia. Que sus casos sean analizados con perspectiva de género, con los más amplios alcances que ello implica», sostuvo el magistrado.

En el video, en el cual la mujer expuso su caso, explicó que está casada con el funcionario desde hace 12 años y que lo conoce desde hace 15. 

«Íbamos a vivir en Chaco pero él propuso venir a la ciudad de Ushuaia. Criamos juntos a una hija de mi anterior matrimonio. Teníamos un proyecto y él hizo muchas promesas. Pero con la convivencia empezó a ejercer infinidad de situaciones de violencia, psicológica, económica y últimamente física», relató la mujer.

Dijo que tardó en hacer las denuncias porque depende económicamente de su marido para gastos elementales como el alquiler de su casa. Además puntualizó que él trabaja con gente muy poderosa en la Justicia y que en reiteradas ocasiones intentó buscar abogados, pero rechazaban el caso por conocer las funciones del hombre.

«Fui a ver a varios abogados para que me representaran y cuando se enteraban quién era mi marido y para quién trabajaba, ponían cualquier excusa para no tomar el caso», aseguró.

También mencionó que después de declarar más de tres horas ante el Juzgado de Familia de Ushuaia, donde también se abrió un expediente, el juez la atendió «tres minutos y solo estaba preocupado por aclararme que a él no lo mandaba nadie en la Justicia», indicó.

La mujer aseguró que tiene el teléfono intervenido, que se siente indefensa y que su único deseo es volver a Chaco, donde tiene a su familia.

Actualmente, varios colectivos feministas acompañan a la victima y siguen el caso con atención para que se haga justicia y la mujer deje de correr peligro.

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