Este miércoles Alberto Cormillot dejó bien claro lo que piensa en relación a los cuerpos gordos en el programa de TV «La puta ama» que conduce Florencia Peña. Allí, con un discurso gordoodiante y misógino, sostuvo que las mujeres gordas no sufren acoso laboral por «nadie las quiere tocar».
“Si sos una chica que pesa 120 o 130 kilos en la oficina, muy posiblemente tus amigos, si te ponen la mano encima, te la ponen como un buen compañero. Si vos bajás 30 o 40 kilos ya dejan de ponerte la mano encima como un buen compañero y te ponen la mano encima con otra intención, ¿no?”, sostuvo.
Si bien no nos asombra, es preocupante que estos personajes sigan fomentando discursos de odio y confusión en medios de comunicación. No solo porque esta oración naturaliza el acoso, sino porque del otro lado hay jóvenes que escucharon el mensaje y que aún se someten a practicas sumamente violentas para el organismo con tal de bajar de peso.
El sistema te asegura que la felicidad se consigue solo si posees un cuerpo delgado, Instagram se encarga de promover dietas líquidas poco avaladas por profesionales de la salud y cómo si fuera poco, Colmillot te sugiere bajar 40 kilos para ser deseada.
Esto pasó en televisión en el 2022. pic.twitter.com/83m2a8YkUa
— zoso (@antozoso) August 24, 2022
Para profundizar sobre esta problemática, conversamos con la licenciada en Nutrición. Yanina Gorgone, diplomada en Obesidad y TCA. Quien no solo nos explica cono se viven los trastornos de alimentación, sino que también problematiza la manera que tienen los medios de comunicación para abordar estos temas.
¿Cómo definís un TCA?
Los Trastornos de Conducta Alimentaria son un grupo de patologías psiquiátricas, con importante impacto orgánico como así también prácticas alimentarias inadecuadas que llevan a la malnutrición. La persona afectada muestra una fuerte preocupación en relación al peso, a la alimentación, y a la imagen corporal. Debido a estas alteraciones alimentarias se pueden desencadenar enfermedades físicas importantes debido a la pérdida de calidad de vida. En casos extremos, pueden llegar a provocar la muerte.
Si la persona realiza un tratamiento con un equipo multidisciplinario, la misma tendrá posibilidades de curarse. Ahora bien, son tratamientos largos y complejos ya que un rasgo habitual de estos trastornos es la falta de conciencia de enfermedad. Esto significa que la persona afectada no es capaz de identificar las consecuencias negativas del trastorno. Tampoco de la necesidad de hacer tratamiento y los beneficios del mismo.
Este hecho dificulta la adherencia al tratamiento en algunos casos. En este proceso es imprescindible el papel de la familia y el apoyo de éste a la persona afectada.
“En este proceso es imprescindible el papel de la familia y el apoyo de éste a la persona afectada”
¿Qué características las distingue en su conjunto?
Hay mucho desconocimiento, muchas veces se confunden los términos de anorexia y bulimia, limitando la diferencia únicamente a si se produce o no el vómito.
La anorexia nerviosa se define como un trastorno psiquiátrico con una disminución autoinducida de la ingesta de alimentos. Esta produce una pérdida deliberada de peso. El cuadro clínico característico asocia miedo intenso a engordar y una alteración del esquema corporal.
La bulimia nerviosa se caracteriza por episodios repetidos de ingesta excesiva y compulsiva de alimentos. Esto va asociado con una sensación de falta de control sobre dicha ingesta, conocida como atracones, y una preocupación exagerada por el peso corporal. Así, la persona con bulimia desarrolla comportamientos “compensatorios” para evitar ganar peso, no así en el trastorno por atracón, la persona no tiene control sobre sus ingestas, pero no realiza ningún tipo de compensación (ejercicio excesivo, purgas, laxantes, restricción alimentaria).
Es frecuente que los pacientes evolucionen de una categoría a otra a lo largo de su vida. La mitad de los pacientes con anorexia, en su evolución, van a desarrollar conductas bulímicas.
¿Cuáles son los más comunes a tratar en el consultorio?
Los trastornos de la Conducta Alimentaria más conocidos son la Anorexia Nerviosa y la Bulimia Nerviosa pero no son los únicos. La última clasificación de la Asociación Americana de Psiquiatría incluye otros trastornos menos frecuentes como el trastorno por atracón, trastorno evitativo restrictivo de la Ingesta Alimentaria, trastorno por ingesta nocturna de alimentos, la pica o el trastorno por rumiación.
Las más conocidas son la anorexia nerviosa, caracterizada por la restricción y reducción de la ingesta nutricional movilizada por un intenso miedo a ganar peso y la bulimia nerviosa, identificada por los recurrentes episodios de atracones.
¿Son comunes las consultas por TCA voluntarias? ¿O es un tercero el que motiva la acción de consultar?
Esto es bastante relativo, por lo general en los pacientes adolescentes el que motiva a la consulta o al tratamiento son los padres. Quizás por recomendación de su pediatra debido a cambios en el peso corporal o porque realmente notan un cambio de conducta en sus hijos respecto a su alimentación. Si en los pacientes adultos las consultas son generalmente voluntarias.
“Son enfermedades psiquiátricas y que requieren de un tratamiento médico, nutricional y psicológico. El paciente realmente necesita de acompañamiento y contención profesional”
¿Por qué crees que hay una creencia de que los trastornos de alimentación se resuelven cambiando un hábito?
Porque realmente las personas creen que estos trastornos son una cuestión de estética, de capricho, que lo eligen como un estilo de vida. Creen que se deberían solucionar únicamente consultando con un/a nutricionista para lograr ese cambio de hábitos.
Debemos saber que son enfermedades psiquiátricas y que requieren de un tratamiento médico, nutricional y psicológico. El paciente realmente necesita de acompañamiento y contención profesional.
Hay un factor importante a tener en cuenta respecto al tratamiento: la falta de conciencia de enfermedad. Es un rasgo típico de los TCA y se da en muchos casos, sobre todo al inicio de la enfermedad.
Esta falta de conciencia puede conllevar que la persona afectada, a pesar de sentirse mal, no sea capaz de reconocer la eficacia del tratamiento sobre la enfermedad. En estos casos, la familia tiene un papel destacado para ayudar a la persona afectada a tomar conciencia de enfermedad y aceptar la ayuda de los profesionales.
“La familia tiene un papel destacado para ayudar a la persona afectada a tomar conciencia de enfermedad y aceptar la ayuda de los profesionales”
¿Cómo afectan los medios?
Se estima que los medios de comunicación tienen un efecto estimulante en la aparición y mantenimiento de los TCA. Se cree que los mensajes promoviendo un ideal estético de delgadez afectan a la satisfacción corporal de las adolescentes y a la vez a su autoestima, convirtiéndose en factores de riesgo de TCA.
La presión social para adelgazar, las redes sociales, la necesidad de ser aceptado y la preocupación por un ideal estético delgado asociado al éxito social, familiar y profesional podrían ser factores que explicaran esta mayor vulnerabilidad fisiológica. Sobre todo en mujeres y hombres jóvenes.
«La presión social para adelgazar, las redes sociales, la necesidad de ser aceptado y la preocupación por un ideal estético delgado asociado al éxito social, familiar y profesional podrían ser factores que explicaran esta mayor vulnerabilidad fisiológica»
Los medios tienden a enfocar estos trastornos de manera puntual. Suelen aparecer cuando hay grandes personalidades que sufren algún TCA o cuando un caso ha llegado al extremo y hay un fallecimiento. Ninguno de estos dos casos es el adecuado ya que no es visión general y objetiva que fomente el conocimiento de estos trastornos.
El papel de los medios en la sociedad es fundamental ya que es el espejo de muchos. Por este motivo, la información que transmiten sobre estas enfermedades debe fundamentarse con datos reales y científicos, y conviene asesorarse previamente mediante profesionales especializados en trastornos de la conducta alimentaria.
«Los medios de comunicación y redes sociales deberían promover la diversidad corporal real de la sociedad y mostrar que no hay un tipo de cuerpo mejor que otro, más atractivo o más sano»
Los medios de comunicación y redes sociales deberían promover la diversidad corporal real de la sociedad y mostrar que no hay un tipo de cuerpo mejor que otro, más atractivo o más sano. La sociedad ve a estos pacientes como personas con conductas absurdas lo que hace que el paciente se avergüence de reconocer que padece esta enfermedad. Es como si tuvieran la culpa de padecerla.
Es por ello que tienen la tarea de fomentar el conocimiento de estas enfermedades que siguen siendo tabú para muchos, tanto los que sufren estas patologías como los que no.