Jazmín Laurenza, que tiene 24 años y vive en la Ciudad de Buenos Aires, a la hora de describir su música sostiene que al tener formación musical desde muy pequeña y al consumir estilos musicales muy eclécticos, es «un mejunje de muchas influencias».
En diálogo con El Numeral, nos explica cómo es crear música en la actualidad y repasa su trayecto hasta sus últimos lanzamientos.
“Mas allá de los géneros musicales, si hay algo que atraviesa todas mis composiciones es que en general las tematicas y disparadores, son emociones no tan felices. Ansiedades, desesperanzas, desamores». Y detalla: «Soy una persona muy alegre pero el proceso intimo de componer es un lugar donde exorcizo un montón de sensaciones. Esa oscuridad que creo que todos tenemos y suele ser disparadora para crear”.
Sus primeros pasos
Mi relación con la música se remonta a una fecha inexacta. Mis viejes son ambes musiques. Mi vieja con una formación mas académica, es muy experimental y toca cualquier genero. Mi viejo con una formación mas inclinada al folclore argentino. Son docentes y tocaron el proyectos musicales muy diversos. Desde chica estuve muy rodeada de todo esto y habré empezado con cursos y escuelitas de música, a mis 5 años.
Además, durante la niñez tomé clases de piano y a mis 14 años arrancaron mis primeras composiciones mientras empezaba a estudiar guitarra. A los 16 años empecé a estudiar piano clásico en el conservatorio, entre 2014 y 2018 estudié piano en dos conservatorios de música clásica académica. En el medio tomé clases de canto y terminé en el 2019 tomándome un año sabático de estudio, un poco harta de la estructura de la música académica.
Después me anoté en la Licenciatura de Música Argentina de la UNSAM, en la orientación de canto, pero tengo un temita con las instituciones y la dejé colgada sin terminar. De todas maneras me sentí muy cómoda, los lenguajes populares me atraviesan mucho más que los lenguajes académicos.
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Si bien yo siempre fui a conservatorios sabiendo que era una cuestión de formación y no para ser una pianista clásica, me resultaba muy pesado dedicar tantas horas por día a un ámbito que pretende conservar y prolongar, a lo largo del tiempo, ciertas visiones sobre la música que son muy ajenas a lo que para mí es la música hoy en día. Mas allá de la formación institucional oficial, siempre me gustó investigar mucho por mi cuenta. Creo que participar de diversos proyectos musicales hizo que esos espacios fueran de formación.
A raíz de la pandemia me metí mucho con la investigación de la producción musical, el hacer música desde la computadora y también dedicarle tiempo a jugar, producir, buscar efectos de audio. Eso es pura formación para mi, creo que acá hubo un antes y un después en mi relación con las composiciones. Fueron clave los cursos de estudio urbano, los recomiendo mucho.
Otra de las cosas que siento que también me formaron es observar a la gente que sabe más que yo. Desde que encaré mi carrera solista en 2020, empecé a juntarme con productores grosos, gente que mezcla muy bien. El simple hecho de juntarme y verlos laburar fue de gran aprendizaje.
Procesos de composición
En todos estos años fue mutando mucho la forma de componer. Siempre hay una parte lúdica y está bueno renovar la puesta cada vez que me enfrento a una nueva idea. Por lo general, siempre la semilla de la idea es un impulso puramente emocional.
Desde que aprendí a usar herramientas virtuales para hacer música, el primer paso casi siempre es grabar esas primeras semillas y jugarlas. Empezar a pensar en forma, estructura musical y jugar con todos los ingredientes que pueden aparecer.
En cuanto al proceso de la letra, soy una persona que escribe mucho día a día, y de repente reviso todas esas cosas que voy escribiendo y por ahí saco una idea. Después aparece la magia de encontrar la sílaba y la palabra perfecta para cada melodía y cada nota, es un proceso también.
Haciendo un poco de referencia al mundo audiovisual de mi proyecto musical busco encontrar imágenes o vídeos que me gustan. Me resulta interesante como se puede contar con imágenes. Aprendo mucho de quienes me rodean.
Los proyectos musicales son visuales, una vez que entendés eso, solo queda empezar a jugar con elementos que sientas que representen los conceptos que engloban tu proyecto musical.
Escena músical actual
Desde que empecé a tocar en vivo en el 2016, me tuve que chocar mil veces contra la pared para entender lo que son buenas y malas condiciones para dar un show, pero en el medio cambió mucho la cosa, hay muchos eventos gestionados por pibis.
Al principio puede ser que haya sido mas hostil. Me pasaron muchas cosas, el año pasado toqué en un lugar en donde pusieron música de otro salón muy fuerte, no nos escuchábamos nada. A veces te tratan como si tu simple presencia molestara sin ninguna razón, y no tengo dudas de que si fuera un varon cis el trato habría sido otro.
Entre colegas por suerte no tuve tantas malas experiencias, sí desde lugares. Lo puedo relacionar con una violencia machista pero también con una violencia que tiene que ver con la popularidad y los números.
También tuve muchos momentos lindos. Recuerdo con mucho amor la primera vez que tocamos con mi formación actual, en banda, el año pasado en el Centro Cultural Nueva Uriarte. Era la primera vez que materializaba mis temas con una banda en vivo y fue un momento de mucha felicidad.
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Actualmente me concentro en disfrutar los procesos y que decanten en lo que tengan que ser. Lo más atesorable es el proceso de estar creando día a día con amigues artistas y colegas, y estar en esta locura de hacer música y apostar a lo creativo.
Es muy linda la sensación de estar pariendo ideas, me gusta pensarme como creativa, rodearme de personas con el fin de crear es un gran refugio en todo este caos.
Vengo acumulando producciones de canciones hace un año, que por esta inmediatez de tener que salir a tocar, la adultez, tener que trabajar y pagar un alquiler y las cuentas, retrasan un poco ciertos procesos. Pero hace mucho que tengo maquetas de temas y la necesidad de internarme unos meses y poder generar mi primer disco que ya esta pensado, tengo el concepto, mande el proyecto a convocatorias. La idea es poder terminarlo antes de mitad de año del año que viene.