Este jueves se realizará una nueva manifestación al Congreso de la Nación para que se sancione la ley que prorroga los fondos específicos para la cultura. El reclamo es claro: que los senadores que todavía no trataron el proyecto de ley con media sanción de la Cámara de Diputados lo hagan.
El proyecto extiende por 50 años la asignación específica de fondos que se destinan al cine, teatro, música independiente, a las bibliotecas populares y a los medios comunitarios.
Pero para entenderlo mejor, conversamos con Vanessa Ragone, productora de cine y contenidos audiovisuales, quien nos explica como llegamos hasta acá y qué está en juego.
“En diciembre del 2017, durante el gobierno de Mauricio Macri, se sancionó la Ley Nº 27.432. Entre muchos artículos de temas fiscales que comprende la ley, uno de ellos estableció que el 31 de diciembre de 2022 se extinguirían prácticamente todas las llamadas asignaciones específicas de los impuestos que nutren al Fondo de Fomento Cinematográfico, al Instituto del Teatro, al Instituto de la Música, las Bibliotecas Populares, el FOMECA, y otros“, explica.
“El 19 de junio de este año, luego de 2 años de insistencia de parte de todos los sectores de la cultura para que el Congreso sancione una nueva ley que extienda las asignaciones específicas de presupuesto a las actividades culturales por 50 años, la Cámara de Diputados dio media sanción a este proyecto de Ley Carro, apellido del diputado que la presentó“, continúa.
“Todas las áreas de la cultura estuvimos presente ese día en el Congreso, confiando en que inmediatamente pasaría a la Cámara de Senadores para que se convirtiera finalmente en ley. Han pasado más de 3 meses y la ley no se trató aun en Senadores”, recuerda.
No hay tiempo que perder
Vanessa nos explica, además, que el tiempo corre en contra de la cultura. Si no se sanciona esta ley, el 31 de diciembre de este año todas estas instituciones quedan desfinanciadas.
“Si las instituciones quedan desfinanciadas deberían ir al Tesoro Nacional a tratar de obtener presupuesto para sostener su existencia y fomentar sus actividades. En medio de un programa de ajuste fiscal como el que el gobierno plantea para cumplir las metas del FNA, se hace muy difícil pensar en que estos institutos puedan tener un margen de negociación con el ministerio de Economía como para sostenerse”, agrega.
Recordemos que el Instituto Nacional de Cine ya se encuentra en una situación financiera compleja. Parte de su financiamiento viene de la asistencia a salas de cine que no se ha recuperado totalmente después de la pandemia.
“Si esta ley no sale, el funcionamiento del cine dependerá de la capacidad de sus autoridades de gestionar con el Tesoro Nacional”
VANESSA RAGONE
“Si esta ley no sale, el funcionamiento del cine dependerá de la capacidad de sus autoridades de gestionar con el Tesoro Nacional. Se perderá algo fundamental para la actividad cinematográfica que es la autarquía económica. El INCAA sostiene su estructura y fomenta cine argentino con lo que recauda la propia actividad, parte de las entradas de cine y parte de lo que percibe el Enacom por la exhibición de películas. En este sentido, es una actividad que se financia de modo muy orgánico”, sostiene.
“Perder eso es quedar totalmente desprotegidos como cineastas y a merced de lo que cada gobierno tenga como plan cultural. Esa es la cuestión fundamental que está en juego”, concluye.
En la noche del miércoles varias personas se reunieron frente al Congreso en el marco de una vigilia para que el proyecto entre en tratamiento. Asimismo, la gran convocatoria está prevista para el mediodía de este jueves.
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