Que personas influyentes en la escena como Lali Esposito o María Becerra hayan hablado abiertamente de su sexualidad ha alentado a otros a hacerlo. Sin embargo, continúan vigentes muchos estigmas y cuestionamientos sobre qué es ser bisexual, una orientación invisibilizada durante años dentro y fuera del colectivo LGTB+.
En el marco del Día de la Visibilidad Bisexual, conversamos con Ornella Di Ruggiero, de 27 años, militante del Frente de Géneros Micaela García y de la asociación civil María Remedios del Valle.
Además, participa en la Secretaría de Diversidad del PJ de la Ciudad de Buenos Aires y forma parte de la comisión organizadora del primer Encuentro Bi+ de la Argentina.
En diálogo con El Numeral, cuenta cómo vive su identidad, despeja muchas dudas al respecto y nos explica cómo se generó el primer encuentro bisexual en el país.
¿Qué es ser bisexual hoy en día?
No hay una forma de definir la bisexualidad porque cada bisexualidad se vive de manera distinta. De todas maneras, para unificar un poco algunos conceptos y características, la bisexualidad es la atracción, deseo y amor hacia personas de una identidad sexogenérica similar o igual a la propia y, además, hacia otra/otras identidades sexogenéricas distintas. Pueden ser dos, cuatro, las que sean.
La bisexualidad se encuentra bajo el paraguas de las plurisexualidades o de las identidades plurirománticas, donde también se aloja la pansexualidad. La pansexualidad es la atracción, deseo, amor etc hacia distintas personas independientemente de su identidad sexogenérica.
A mi me gusta decir que definirme bisexual es una postura política. Es una identidad política frente a las identidades de les demás. Va más allá de eso el sentimiento hacia esa persona, está directamente relacionado con la identidad sexogenérica del otre.
Descubrimiento
Yo salí del closet en un taller de bisexualidades del ENM del 2019 en La Plata. Cuando pude nombrarme por primera vez frente a otras personas entendí que había pasado por un montón de instancias a lo largo de mi vida en las que había sentido atracción por otras personas por fuera de lo que toda mi vida se me había enseñado sobre lo que tenía que desear. Ahí entendí que habían habido muchas instancias en mi vida en las que se había manifestado y yo lo había reprimido e ignorado.
No sabía que existía la bisexualidad como tal cosa, lo aprendí post adolescencia. Cuanto empecé a indagar un poco más entendí que lo quería militar, que quería apropiarme de esa identidad y hacerla lo más visible posible.
Una sociedad llena de prejuicios
La sociedad rechaza mucho la bisexualidad tanto dentro como por fuera del colectivo LGBT+. Muchas veces pienso que estamos con un pie afuera y un pie adentro de los espacios. Todas las identidades que están por fuera de las monosexualidades son identidades que desafían un poco lo impuesto.
Creo que hay mandatos dentro del sistema capitalista, del sistema heterocis normado, pero también creo que hay mandatos dentro del feminismo y del colectivo LGBT que se reproducen mucho. Creo que la bisexualidad no responde a muchos de esos mandatos, entonces hay mucho prejuicio acerca de nosotres.
Se nos asocia mucho al binarismo, cosa que es falsa. La bisexualidad no es binaria, es una locura que hoy en día se piensan las identidades sexogenéricas dentro de un binarismo.
Se nos asocia a la promiscuidad, a la infidelidad, se nos dice que somos personas confundidas, que estamos “atravesando una fase o etapa” y la realidad es que muchas de esas cosas pueden ser ciertas pero no por eso tiene que ir de la mano a la bisexualidad.
Además, hay una relación muy interesante con el poliamor y el amor libre, esto que la bisexualidad no se puede plasmar en una foto. Somos una especie de proceso, no hay performatividad o expresión bisexual muy estereotipada entonces tampoco nos hallamos en muchas representaciones a simple vista. Tampoco hay muchas referencias bisexuales en el ámbito de la política, de la cultura o en muchos otros ámbitos.
“Estamos haciéndonos lugar, tratando de demostrar o explicar lo que somos, lo que conlleva mucho desgaste y pone en juego nuestra salud mental”
Hay pocas figuras y representaciones a nivel mundial entonces constantemente estamos haciéndonos lugar, tratando de demostrar o explicar lo que somos, lo que conlleva mucho desgaste y pone en juego nuestra salud mental. No hay políticas públicas en torno a la bisexualidad o hay muy pocas y son estudios yankis, muy poco representativos que muchas veces nos pintan en una cifra que abarca mas de la mitad del colectivo LGTB. Ojalá algún día haya algún número que nos permita tener más políticas públicas para nosotres y para todas las plurisexualidades también.
Algo que me suelen preguntar mucho cuando hablo de mi orientación sexual/identidad política, es qué es ser bisexual, cómo somos, con quiénes salimos, con quiénes cogemos, quienes nos gustan, si es una cosa que funciona en simultáneo o no, eso de las personas con las que nos vemos o deseamos.
Muchas veces me preguntan la diferencia entre la bisexualidad y la pansexualidad cosa que celebro mucho porque me permite hablar de la pansexualidad y visibilizarla.
Ver esta publicación en Instagram
Una publicación compartida de 1er Encuentro Bi+ en Argentina (@encuentrobiagrentina)
Primer encuentro Bi+ en Argentina
El encuentro empezó a masticarse el año pasado para el 23 de septiembre en Capital Federal. Surge a través de una página de memes que se llama “Memes bisexuales”, que la maneja una compañera que vivía en Estados Unidos en ese momento.
A través de la página convocó a que las personas se junten para el día de la bisexualidad y hagan algo. Una de las personas que respondió a esa convocatoria fue mi hermana Eva. Junto a Yasi fuimos parte de la organización del primer encuentro bisexual del país.
En ese entonces se juntaron más de veinte personas en el Congreso de la Nación a tomar mate. Quedaron en volver a juntarse y hacer una convocatoria para la marcha del Orgullo del año pasado, donde bajo una bandera bisexual de seis metros se juntaron aproximadamente setenta personas. Ahí, entre intercambio de números de teléfono y redes, se empezó a pensar en hacer un encuentro que finalmente se materializó este año.
La página de memes saco la convocatoria a principio de año, anunciando lo que se iba a armar y yo mande un mensaje independientemente del vínculo con mi hermana, me sumaron a un grupo de WhatsApp y terminamos siendo veinte personas autoconvocadas.
El encuentro fue autogestionado. Tuvimos que salir a tocar un montón de puertas y finalmente nos recibieron en los municipios de Quilmes y Berazategui, que es donde se hizo el encuentro. El sábado 17 de septiembre nos reunimos en la Universidad de Quilmes (UNQ) y el domingo 18 en el Centro Centro Roberto de Vicenzo de Berazategui. Además, el encuentro, fue declarado de interés histórico, cultural, educativo y municipal.
“El encuentro, fue declarado de interés histórico, cultural, educativo y municipal”
El primer día consistió en una feria de emprendimientos y artesanías, números artísticos y talleres. Yo particularmente estuve coordinando el de “Vínculos no monogámicos y bisexualidades” que fue el más concurrido.
El domingo se hizo más en formato festival con artistas en su mayoría bisexuales, en el cual estuvo una banda que se llama “Discover” que es de La Plata, “Invisibles” una agrupación queer de folcklore y cerró Rebelión en la Zanja.
A través de distintas actividades, un cafecito y rifas pudimos juntar una caja que nos permitiera pagarles a les artistas y proveernos de cosas que nos sirvieran para la estructura del encuentro.
Pasaron más de 200 personas: Algunas personas vinieron del Gran Buenos Aires, otras de Capital Federal, otras de alguna otra provincia.
Fue super necesario el encuentro. Primero, porque la gente nos decía que era necesario y que venían necesitando un espacio como este de visibilidad, de contención, de tejer redes y de poder construir referencias. Segundo, porque todavía fuera y dentro de la comunidad LGTB vivimos mucha discriminación y rechazo entonces era importante reivindicar la historia de la bisexualidad y de las identidades en este encuentro.
“Tener estos espacios para nosotres salva vidas. Además, invita a la gente que se esté haciendo preguntas o quién no se las esté haciendo a que venga a hacérselas”
También poder plantar una semilla que crezca cada vez más para poder seguir visibilizando y construyendo lo que creemos que salva vidas. Tener estos espacios para nosotres salva vidas. Nos permite vivir más libres y alegres, además invita a la gente que se esté haciendo preguntas o no se las esté haciendo a que venga a hacérselas. Creo que hicimos historia el fin de semana pasado. Ojalá que las personas que se identifican dentro de estas identidades pueda vivir cada vez mejor.