La ley de Educación Sexual Integral (ESI) N°26.150 surge en 2006 con el propósito de garantizar el derecho a recibir educación sexual integral en todos los establecimientos educativos. Sin embargo, su aplicación aún no es plena.
Todavía hoy, hay resistencia de escuelas, padres y estudiantes. La desinformación y el acceso limitado fueron algunas de las cuestiones que generaron rechazo o resistencia.
La realidad es que entre el 70 y el 80% de las y los niños que declararon en la Sala de Entrevistas Especializada pudieron comprender, después de recibir clases de ESI, que lo que les había sucedido había sido un abuso.
Los establecimientos donde se aplica la ESI también pueden ser, tal como lo advierte la Asesora General Tutelar de la Ciudad de Buenos Aires, Yael Bendel, «un espacio seguro para poder compartir lo que les preocupa, lo que les angustia y poder pedir ayuda en caso de necesitarla».
Además, muchos la usaron como canal o herramientas para construir conocimiento sobre enfermedades de transmisión sexual o el embarazo adolescente. Es el caso de CrESI, un proyecto que contó con la participación de 6 adolescentes y dos profesores. Cada uno de ellos se dividieron las distintas tareas, como diseño, programación, contenido y difusión.
«La app CrESI es un juego de trivia, en la que mediante una ruleta dividida en seis categorías, permite evaluar los conocimientos del usuario acerca de temas como salud, sexualidad, derechos, diversidad, prevención», detallan sobre la aplicación en la página web.
En el marco de la Semana sobre la Concientización sobre la Sexualidad, conversamos con el profesor Andrés Obregón, responsable del Proyecto CrESI.
¿Cómo desarrollaron la aplicación?
La app nace como un proyecto escolar en un taller de programación. Estábamos buscando encontrar solución a distintas problemáticas sociales utilizando herramientas tecnológicas. Entre todas las problemáticas que fueron surgiendo, había una que más nos llamó la atención. Fue la del embarazo adolescente. Ya que dos compañeras del colegio habían quedado embarazadas con 15 años de edad y no pudieron seguir estudiando. Después de un poco de investigación, nos dimos cuenta que esto sucedía más de lo que creíamos. En ese entonces había más de 110.000 embarazos por año de madres adolescentes, producto en muchos casos de la falta de educación sexual integral. Es entonces, que decidimos hacer una app que pusiera al alcance de la mano de la juventud toda la información que necesitan para poder aprender a cuidarse mejor.
¿Por qué una app y no una página web u otro recurso?
Cuando empezamos a desarrollar la app, nos pareció más conveniente y atractivo hacerlo con formato de juego de trivia. De esta forma el aprendizaje se realizaba en forma entretenida. Los estudiantes que comenzaron con el proyecto tenías entre 13 y 15 años, y recién estaban dando sus primeros pasos en el mundo de la programación por eso se utilizó una plataforma en la que se podía hacer app en forma fácil sin tener muchos conocimientos. Años más tarde, cuando estos estudiantes aprendieron más sobre programación, se pudo lanzar la versión página web.
¿Qué motivó el desarrollo de una aplicación que contribuya a disminuir la desinformación sobre la Educación Sexual Integral?
Cuando investigamos vimos que no había nada parecido en Argentina. Entonces decidimos dar el primer paso. Una app nos pareció la mejor forma, ya que la mayoría de la juventud tiene un teléfono celular. Pero, como a veces hay problemas de conexión, decidimos hacer una aplicación que funcionara sin conexión a internet, a fin que se pudiera usar en cualquier lado o cualquier escuela.
¿Qué implicó la creación de la app y cómo impactó en la comunidad educativa?
¿Esperan incorporar nuevos usos y herramientas?
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