La Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional confirmó la pena de prisión perpetua para la policía que asesinó a un matrimonio en junio de 2019. Sonia Rebeca Soloaga (37) les robó dinero con el objetivo de viajar a Disney.
El hecho tuvo lugar en el barrio porteño de Parque Avellaneda. La mujer les robó entre 70.000 y 80.000 dólares con los que planeaba pagar un viaje a Disney para el cumpleaños de su hija.
Sonia Rebeca Soloaga fue condenada a prisión perpetua por la Sala I de dicha cámara. Los magistrados la consideraron como autora material del doble crimen de Alberto Antonio Chirico (71) y su esposa María Delia Speranza (63).
El fallo
Los camaristas Jorge Luis Rimondi, Gustavo Bruzzone y Mauro Divito confirmaron la sentencia de primera instancia por el delito de: “robo agravado por haber sido cometido con un arma de fuego; en concurso real con el delito de doble homicidio doblemente calificado por haber sido cometido para consumar otro delito y lograr su impunidad y por haber abusado de su condición de policía; que se agrava a su vez por haber sido perpetrado con un arma de fuego, en concurso real con falsa denuncia”.
En el fallo de más de 50 páginas, la Cámara aseguró que Soloaga necesitaba dinero y le urgía conseguirlo. Según sus propios dichos ese era el último día que tenía para abonar a la empresa Fun Time el viaje de quince años de su hija.
“Necesitaba ese día contar con una importante suma de dinero para saldar el viaje de su hija. Paralelamente, sabía que Chirico y Speranza contaban con ahorros en su domicilio. Ello permitió sostener el móvil del crimen”, sostuvo en su voto el juez.
“La imputada necesitaba ese día contar con una importante suma de dinero para saldar el viaje de su hija. (…) Sabía que Chirico y Speranza contaban con ahorros en su domicilio”
Además, el magistrado se refirió al vínculo que sostenía con las víctimas. Ambos le permitían ingresar al baño y le convidaban café o mate mientras trabajaba en la cuadra de su casa.
“Tal relación precedió al evento y fue de relevancia para sospechar de la autoría de Soloaga. No solo porque ella tenía conocimiento acerca de la capacidad económica de las víctimas, sino también por la ausencia de signos de violencia en la intrusión al domicilio y la consecuente necesidad de procurar su impunidad, dando muerte a los únicos testigos que podrían identificarla sin inconvenientes”, advierten en el fallo.
Además, una de las pruebas más contundentes fueron las grabaciones de las cámaras de seguridad. Allí se la ve a Soloaga dirigiéndose a la casa de las víctimas en el horario en el que fueron asesinadas.
“Ambas víctimas fueron asesinadas con un arma del mismo calibre, marca y modelo que la provista a Soloaga por la fuerza de seguridad”
“Tras intimidarlos con el arma de fuego que portaba regularmente; golpearlos con ese armamento en la cabeza para que confesaran dónde tenían guardados sus ahorros y amedrentarlos para que no ejercieran ningún acto defensivo que pusiera en peligro su integridad física; al ejecutarlos de un disparo certero en la cabeza, atenuó el sonido de las detonaciones mediante un almohadón. No solo, con la finalidad de no ser denunciada, sino de finalmente sustraer los ahorros de la pareja que guardaba en distintos lugares de la casa”, relata el magistrado.
“Ambas víctimas fueron asesinadas con un arma del mismo calibre, marca y modelo que la provista a Soloaga por la fuerza de seguridad. La pericia balística arrojó una coincidencia respecto de esa arma en particular. Ese mismo día hizo desaparecer su arma reglamentaria luego de denunciar falsamente su sustracción. Se hallaron en sus ropas restos de pólvora e inexplicablemente se la encontró una elevada suma de dinero”, concluyó.
Con información de Télam