El presidente electo de Perú, Pedro Castillo, fue destituido y detenido tras anunciar la disolución temporal del Congreso de la República. Además, intentó «instaurar un gobierno de emergencia excepcional» y declarar una «reorganización» de la justicia.
En un comunicado televisivo, Castillo afirmó que se disolvería «temporalmente el Congreso de la República e instaurar un gobierno de emergencia excepcional». Además, convocó «a elecciones para un nuevo congreso con facultades constituyentes» con el objetivo de «elaborar una nueva constitución en un plazo no mayor de 9 meses».
Además, añadió que el país desde la fecha se iba a gobernar «mediante decretos ley». A ello añadió: toque de queda a nivel nacional, reorganización de la justicia y una solicitud para entregar el armamento ilegal a la policía nacional.
«La policía nacional con el auxilio a las fuerzas armadas combatirá el narcotráfico, la delincuencia y la corrupción», concluyó.
Pero el anuncio no logró apoyo de ningún lado. Las Fuerzas Armadas y la Policía de Perú informaron que no acatarán «cualquier acto contrario al orden constitucional».
“Las Fuerzas Armadas y Policía Nacional del Perú son respetuosas del orden constitucional establecido (…) Cualquier acto contrario al orden constitucional establecido, constituye una infracción a la Constitución y genera el no acatamiento por parte de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional”, señalaron en un comunicado.
Por otro lado, la embajada de Estados Unidos lo cuestionó e invitó a revertir la decisión. «Los Estados Unidos rechazan categóricamente cualquier acto extraconstitucional del presidente Castillo para impedir que el Congreso cumpla con su mandato», señalaron en la cuenta de Twitter oficial.
Lo mismo hizo la cancillería argentina que expresó su «profunda preocupación por la crisis política que atraviesa la hermana República del Perú». También solicitaron «que se resguarden las instituciones democráticas, el estado de derecho y el orden constitucional».
La destitución de Castillo
El Congreso de Perú compartió la resolución del Congreso que «declara la permanente incapacidad moral del presidente de la República y la vacancia de la presidencia de la República».
Asimismo, cuestionan la situación generada por el presidente ya que «ha intentado usurpar funciones públicas, impedir el funcionamiento de los poderes del Estado y violentar el orden establecido por la Constitución».
La decisión la tomaron con 101 votos a favor, 6 en contra y 10 abstenciones.
La asunción de Dina Boluarte
Tras definir la destitución del Castillo, el Congreso citó a la vicepresidenta, Dina Boluarte, para asumir en su lugar. De esta manera, se convirtió en la primera presidenta mujer del Perú.
Boluarte en 2021 se presentó como candidata a vicepresidenta en la lista que encabezó Pedro Castillo. El 29 de julio del 2021 juró como ministra de Desarrollo e Inclusión Social. Sin embargo, el 25 de noviembre de 2022 presentó su renuncia tras el nombramiento de Betssy Chávez como presidenta del Consejo de Ministros.
Sobre la decisión de Castillo, la ahora presidenta del país vecino expresó su rechazo. Cuestionó la intención de quebrar el orden institucional de su compañero de formula y advirtió que era una actitud golpista.
«Rechazo la decisión de Pedro Castillo de perpetrar el quiebre del orden constitucional con el cierre del Congreso. Se trata de un golpe de Estado que agrava la crisis política e institucional que la sociedad peruana tendrá que superar con estricto apego a la ley«, escribió en sus redes sociales.