La fiscal que investiga el femicidio de Lola Chomnalez (14), adolescente asesinada en diciembre de 2014 en Barra de Balizas (Uruguay), pidió que el presunto autor del crimen sea condenado a 30 años de prisión.
Mariela Núñez, fiscal de Rocha, pidió la pena máxima establecida en el Código Penal de Uruguay. Leonardo David Sena es acusado de «homicidio muy especialmente agravante».
Sin embargo, según informó la agencia de noticias Télam, como el crimen se cometió antes de la última reforma judicial del país vecino, el juicio es escrito, no oral.
El juez del 1er. Turno de Rocha, Juan Letrado Giménez Vera, debe definir la condena, contestar al requerimiento del Ministerio Público e informar el monto de la pena.
Por otro lado, resta la que Suprema Corte de Justicia (SCJ) se expida respecto del otro acusado: Ángel Eduardo Moreira Martínez, también conocido como «El Cachila».
Se trata del cuidacoches que fue absuelto en primera instancia por el juez Giménez Vera. Sin embargo, el Tribunal de Apelaciones del 4to Turno revocó en febrero el fallo y lo condenó a 8 años de prisión por «encubrimiento».
La absolución de Moreira Martínez fue apelada por la exfiscal de Rocha, Jéssica Pereyra, quien había requerido una condena de 10 años de prisión.
Por su parte, Apelaciones resolvió por unanimidad darle 8 años de prisión. Resta la última decisión de la Suprema Corte que, de confirmar la pena, obliga a Moreira a volver a prisión.
El crimen de Lola Chomnalez
Lola tenía catorce años cuando viajó a Barra de Valizas el sábado 27 de diciembre de 2014. Al llegar se alojó en la casa de su madrina, Claudia Fernández, quien se encontraba junto a su esposo, Hernán Tuzinkevcih, y el hijo de éste.
Al día siguiente, la adolescente desapareció cuando salió a caminar por la playa. Tras su incesante búsqueda, después de tres días dieron con su cuerpo a unos cuatro kilómetros de la casa.
Mediante la autopsia se determinó que Lola murió por asfixia por sofocación y que presentaba varios cortes hechos con un arma blanca en distintas partes del cuerpo.
De acuerdo al fallo judicial, la adolescente trató de escapar corriendo de sus asesinos, fue alcanzada, herida con un arma blanca y golpeada en la cabeza para finalmente morir asfixiada cuando, ante sus probables pedidos de auxilio, le apretaron la cara contra la arena.
«El Cachila» fue detenido para luego ser liberado, por lo que quedó acusado pero de encubrimiento. En su declaración ante la justicia, Moreira admitió que se cruzó con la víctima en la playa el 28 de diciembre. Allí la habría notado mareada y al auxiliarla descubrió que «no tenía pulso». Fue entonces cuando «se asustó y se fue».
Para el fiscal Jorge Vaz, este hombre estuvo presente «antes, durante y después» del homicidio, cuyo móvil fue probablemente «sexual».
Con información de Télam