¿Pueden desaparecer los departamentos para alquilar en los próximos meses?

La ley de alquileres actualmente vigente generó una disminución de más del 30% de la oferta de inmuebles en alquileres tradicionales. Qué puede pasar en los próximos meses y cuáles son las soluciones frente a este panorama.

Para las y los inquilinos que cada vez es menor la oferta y mayor la demanda no es novedad. Pero ahora, en el mes de marzo y abril, alquilar un departamento o una casa pequeña en la Ciudad de Buenos Aires o en ciudades céntricas como La Plata, Córdoba, Rosario, Bahía Blanca, Mendoza, Salta, etc, será prácticamente imposible.

La ley de alquileres generó una disminución de más del 30% de la oferta de inmuebles en alquileres tradicionales (contratos por 3 años), el furor de los alquileres temporarios dolarizados, la necesidad habitacional de estudiantes, profesionales y trabajadores bajo relación de dependencia una vez finalizada la pandemia sanitaria, son factores ineludibles que de manera conjunta nos ubican en este grave contexto.

Gran cantidad de propietarios decidieron dejar de alquilar sus inmuebles. ¿La razón? Pensaron que un contrato con un plazo mínimo de tres años, más solo una actualización anual basada en un índice impuesto por el estado, más de una registración obligatoria del contrato en AFIP, era un desafío que no estaban dispuestos a afrontar.

Tal es así que en su gran mayoría decidieron poner su inmueble a la venta o destinarlo al mercado de alquileres temporarios.

Los pocos inmuebles en alquiler no llegan a publicarse. Las inmobiliarias tienen pedidos pendientes de cientos de clientes, por lo que simplemente se hace una visita única y en el mismo momento se reserva el lugar.

Un buen ejercicio para darse cuenta del panorama desalentador es buscar carteles de SE ALQUILA en la Ciudad de Buenos Aires. Encontrar uno se vuelve un desafío. Otra posibilidad es ingresar a cualquier portal inmobiliario y buscar un departamento en alquiler. O ya se reservó ayer o tienen una lista de interesados en alquilarlo de más de 30 personas.

Ahora bien, qué solución puede aparecer frente a un escenario apocalíptico como este. Las soluciones a largo o mediano plazo son las siguientes:

  • Lanzamiento de una línea de créditos hipotecarios para primera vivienda, con apoyo estatal y con el pago de una cuota sujeta al aumento salarial que tengan los tomadores del crédito durante el plazo del préstamo.
  • Modificación de la ley de alquileres, disminuyendo el plazo mínimo de alquiler a un año, liberando a que las partes pacten la actualización de común acuerdo tanto en el porcentaje de aumento como en los meses en los que se actualizará.
  • Adquisición por parte del estado, de inmuebles que se subasten por deudas fiscales como así también inmuebles de herencias vacantes o yacentes, puesta en valor de los mismos y locación por parte del estado a ciudadanos de bajos recursos.

Lo que respecta posibles soluciones inmediatas, son las que ya ocurren en otras capitales del mundo y que, por lo general, no son el mejor plan.

  • Compartir grandes inmuebles entre diferentes familias o personas
  • Volver a su hogar familiar
  • Tratar de encontrar algún inmueble para alquilar en zonas más alejadas de las ciudades y con menores servicios.

La modificación de la ley de alquileres por sí sola, tal como están planteados los proyectos presentados no darán ninguna solución al déficit habitacional de nuestro país. Tampoco aumentarán la oferta de inmuebles en alquiler.

Queda esperar que el Estado Nacional tome medidas reales que brinden soluciones a los ciudadanos sobre este tema tan sensible.

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