La Justicia de San Isidro prorrogó por un año la perimetral con tobillera electrónica a Fabián Tablado, el femicida de Carolina Aló. La medida impide que se acerque a menos de 300 kilómetros del padre de su víctima, a quien asesinó de 113 puñaladas.
Lo definió la titular del Juzgado de Familia 5 de San Isidro, Gabriela Paladín. La jueza resolvió que la resolución sea notificada a Tablado, quien vive en la ciudad misionera de Posadas.
Además, detalló que la prórroga se definió por «las circunstancias del caso, la gravedad de la problemática canalizada en autos, los hechos denunciados en la presentación del 31 de marzo de 2023 y lo manifestado en la presentación a despacho, los antecedentes existentes, la proximidad de la fecha de vencimiento».
De esta manera, dispuso «prohibir el acercamiento del Sr. Fabián Gerardo Tablado, a 300 kilómetros del domicilio real del Sr. Edgardo Aló» en San Fernando. Lo mismo sobre el domicilio laboral de Aló, en Tigre o «en todo lugar donde aquel se encontrare, por el plazo de 365 días corridos, a contar desde la efectiva notificación al victimario de la presente resolución».
Aunque parezca una obviedad, la resolución advierte a Tablado que «deberá abstenerse de incurrir en todo acto de hostigamiento, perturbación e intimidación» hacia Edgardo Aló.
Denuncias por acoso
En dos oportunidades el padre de Carolina Aló denunció a Tablado por acoso y por no cumplir con las medidas impuestas. En una ocasión, Aló recibió «el acoso de una tía del chacal» de manera online.
Otro hecho fue en febrero de 2022. En ese momento Tablado volvió a violar la perimetral al pasar por el Puerto de Frutos de Tigre, en febrero de 2022, cerca del domicilio laboral de Aló.
Asimismo, pese a haber cumplido sus condenas, el femicida utiliza una tobillera electrónica para monitorear que no se acerque al padre de Carolina.
Los casos de violencia de género lo volvieron a poner en el ojo de la justicia. En la cárcel, Tablado se casó y fue padre de mellizas. Poco después, se separó en medio de denuncias de violencia de género de su ex pareja, quien lo denunció por amenazas. Lo mismo hizo su ex suegra.
Cuando salió de la cárcel de Campana, dos años antes, se fue a vivir con tobillera a la casa donde asesinó a Carolina. Estaba obligado a usarla y no podía acercarse a menos de 300 metros de su exmujer y de sus hijas mellizas.
Sin embargo, violó las perimetrales que tenía con Edgardo Aló y con sus hijas mellizas y pasó otro año preso hasta que el 15 de diciembre de 2021 recuperó su libertad.