Como lo marcaba el calendario electoral, ayer se realizaron los comicios en dos provincias del país. Córdoba y Formosa eligieron a sus gobernadores, en dos elecciones que volvieron a marcar una tendencia hacia la victoria de los oficialismos.
A horas del cierre de listas a nivel nacional, dos elecciones volvieron a demostrar que en este 2023 los gobiernos locales logran imponerse en los comicios. Insfrán con su reelección y Llaryora con la continuidad del peronismo cordobés lo demostraron.
Una más y va…
Como viene sucediendo desde 1995, Gildo Insfrán obtuvo la victoria en las elecciones de Formosa. El dirigente peronista consiguió acceder a su octavo mandato tras obtener el 69,57% de los votos. Cabe recordar que Insfrán fue previamente vicegobernador desde 1987, hecho que lo convierte en el funcionario ejecutivo con más antigüedad de Argentina.
El candidato del Partido Justicialista superó por casi 50% a la segunda fuerza, el Frente Amplio Formoseño, que alcanzó el 20,57% de los votos con la postulación de Fernando Carvajal. Esa fuerza opositora estuvo conformada por la UCR, la Coalición Cívica, el PRO y otros partidos que a nivel nacional integran Juntos por el Cambio.
En tercer lugar quedó el partido Libertad Trabajo y Progreso, que llevaba como candidato a Francisco Paoltroni y consiguió el 8,10%. Esa fuerza fue la que hace unas semanas se presentó ante la Corte Suprema para bloquear la candidatura de Insfrán, algo que finalmente no ocurrió.
La paridad mediterránea
En una elección en la que cada voto escrutado fue importante, el actual intendente de Córdoba, Martín Llaryora, obtuvo la victoria y se convirtió en el nuevo gobernador de la provincia.
Con el 42,76% de los votos, el candidato de Hacemos Unidos por Córdoba se impuso sobre el representante de Juntos por el Cambio, Luis Juez, que se quedó con el 39,76%. La lista opositora no pudo obtener la victoria pero consiguió la mayoría en la legislatura provincial y buscará marcarle la cancha al nuevo mandatario.
Juntos por el Cambio también fue la primera fuerza en el Tribunal de Cuentas, que es el órgano que revisa los gastos que efectúan los tres poderes del Estado y el Defensor del Pueblo.
A pesar de estos resultados, y debido al escrutinio que se demoró, Luis Juez no reconoció la derrota y dijo que esperará al escrutinio definitivo.
Llaryora, que responde a Juan Schiaretti, consiguió así mantener al peronismo en el poder provincial, algo que ocurre desde que José Manuel de la Sota fue elegido en 1999.
La contienda demostró la polarización que existe entre el peronismo cordobés y Juntos por el Cambio, ya que el tercer candidato fue el activista antiaborto Aurelio García Elorrio, que alcanzó apenas el 3,01%.
Detrás de él estuvo Agustín Spacessi, que con La Libertad Avanza consiguió sólo el 2,49%. Como viene sucediendo en todas las provincias, los candidatos de Milei no logran buenos resultados electorales.
Boleta única y voto en blanco
Una particularidad de esta elección fue que se sufragó con boleta única de papel, que terminó generando diferencias importantes entre las categorías. El voto en blanco para gobernador fue del 4,80% mientras que en la legislatura provincial y en el Tribunal de Cuentas fue de más del 15%.
De acuerdo a periodistas cordobeses, esa diferencia se comprende por la nueva boleta, ya que muchos votantes no supieron utilizarla. Para elegir lista completa se tenía que marcar esa opción en el costado izquierdo de la misma, pero por el desconocimiento muchas personas pueden haber elegido sólo al gobernador, entendiendo que así lo hacían de manera completa pero en realidad estaban votando en blanco el resto de la lista.
