Seguramente al mencionar la palabra asbesto la asociación más inmediata esté vinculada al subte porteño. Sin embargo, este mineral famoso por su capacidad de aislación térmica, fue muy popular en todo el mundo y sigue presente en la inmensa mayoría de los hogares y edificios del país, pese a que en muchos casos esto implica un riesgo inminente para la salud y puede producir cáncer.
Según explica el excoordinador de la Comisión Asesora del Asbesto Crisotilo del Ministerio de Salud de la Nación y médico especialista en el tema, Eduardo Rodríguez, en diálogo con Página 12, el asbesto tuvo su pico de popularidad hasta la década de 1980 por su capacidad de aislación térmica. Esto hace que en la mayoría de los edificios construidos antes de esa década todavía haya una gran presencia de asbesto en las estructuras.
El material tuvo una primera vinculación con una enfermedad, la asbestosis, en 1907. Años después, en 1935 fue relacionada con un tipo de cáncer, sobre todo en los grupos de submarinistas estadounidenses que participaron de la Segunda Guerra Mundial y que tuvo que esperar 40 años, hasta la década de 1980, para comenzar a ser tratado públicamente.
Cuándo se vuelve un riesgo
Rodríguez detalla que el asbesto implica siempre un riesgo. “En teoría, una fibra de asbesto inspirada y que se deposita en la pleura puede llegar a desencadenar en el tiempo un mesotelioma, un tipo de cáncer en las células que recubre ciertos órganos. Por eso, cuanto más larga e intensa sea la exposición, como ocurre en el subte, mayor es el riesgo de contraer alguna enfermedad”, explica.
Ahora bien, para que las fibras de asbesto estén presentes en el aire tiene que haber un deterioro del material, lo que permite la pérdida de fibras. Claro está, si se tiene en cuenta que en los lugares en los que fue utilizado ya llevan más de 40 años, esto es bastante probable.
⚠️ ASBESTO EN EL SUBTE: 5 AÑOS DE LUCHA
Desde 2018 lxs trabajadorxs venimos denunciando que en el #subte hay #asbesto, un material cancerígeno.
Al día de hoy tenemos 3 compañeros muertos, 86 compañeros afectados, 2150 bajo vigilancia médica. pic.twitter.com/aeBI02lMgs— Prensa AGTSyP (@prensadelsubte) June 9, 2023
Sobre las enfermedades que puede provocar, el especialista menciona tres con diferentes características: Placa pleural, asbestosis y cáncer por asbesto o por mesotelioma.
- Placa pleural: son distintas calcificaciones que aparecen en la pleura y que si bien ocupan gran parte de la misma, no tienen ningún otro compromiso para la actividad pulmonar. “La gente puede vivir y morir con placas y no va a tener sintomatología”, explicó.
- Asbestosis: es una fibrosis pulmonar bilateral que limita la capacidad pulmonar. Puede ser una fibrosis que quede en una mínima proporción tomados los pulmones y genere una restricción pulmonar pequeña que provoque algún tipo de agitación. También puede avanzar y ser una fibrosis que ocupe gran parte de los pulmones y que, en el tiempo, lleve a un agrandamiento del corazón y generar un problema pulmonar y cardíaco que puede llevar a la muerte.
- Cáncer por asbesto: puede ser un cáncer del pulmón, es un cáncer broncogénico (que tomado a tiempo y con una cirugía se soluciona), un cáncer de laringe o de ovarios. Estos son los que están incorporados por la OMS a través del IARC.
- Cáncer de mesotelioma: es un tipo enfermedad en las células que recubren algunos órganos, como los pulmones, el corazón y los intestinos y la cavidad abdominal. De acuerdo a dónde se encuentre ese cáncer va a ser un mesotelioma, así se llama, de pleura, de peritoneo y de pericardio. Esto prácticamente la única razón que los provoca es el asbesto. Una muy baja exposición y corta en el tiempo puede generar un mesotelioma.
En qué lugares de la casa está el asbesto y qué hacer
Como el asbesto fue muy popular en el ámbito de la construcción y se mezclo con elementos como el cemento, hay ciertos lugares a los que se le debe prestar atención, entre los que se encuentran las calderas, ya que todas tenían revestimientos a base de asbesto, los tanques de agua que se hacían de fibrocemento y los techos de chapa.
“Después hay objetos más sofisticados, como los cables antiguos, pero es menos peligroso, porque el cable estaba cubierto. Después, son todos los paneles aislantes, como de amianto. Los electrodomésticos, como hornos antiguos, tiene una aislación con asbesto. Es sospechoso cualquier elemento aislante antes de los años 80”, enumera el especialista.
Por eso, es importante eliminar adecuadamente y retirar siempre con “todas las medidas de precaución que se deben tomar para evitar contaminar el ambiente”. Además es fundamental la vigilancia permanente de los materiales con asbesto para evaluar su deterioro.
El asbesto y los desafíos
Por último, el especialista explica en diálogo con el diario, que hay varios desafíos de cara al futuro. Entre ellos, la constante vigilancia médica a todos los trabajadores expuestos, incluso después de haber dejado esos puestos, ya que el cáncer puede tardar cerca de 30 años en desarrollarse.
Además de la remoción total en casas particulares y edificios públicos como hospitales y teatros; avanzar con una regulación más estricta que promueva la desasbestización; y, finalmente, la difusión constante de este material y sus riesgos.