Un pasajero de la línea 561 detuvo una feroz paliza a bordo del colectivo en zona sur. “Ya está, ya le pegaste. Ahora dejala o vamos a llegar todos tarde al trabajo”, decía mientras ninguna de las personas presentes intervenía para ayudar a la maestra agredida. Durante cuadras y cuadras, que pasando Parque Barón se hacen más y más largas, el chofer se rehusó a detener el vehículo a pesar de los gritos desesperados de una docente que no murió ni sufrió lesiones gravísimas únicamente porque a las 8.30 un hombre tenía que fichar el ingreso al trabajo y no quería perder el presentismo.
El hecho sucedió en la mañana de ayer, cuadras antes de llegar a la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Arriba del transporte, una pasajera atacó con brutalidad a una docente con guardapolvo. La tiró al piso, la inmovilizó tomándola del cuero cabelludo y le lesionó las cervicales, un hombro y un brazo a patadas en el suelo mientras le arrancaba mechones de cabello y no paraba de gritarle “maestra hija de puta, las putas tortilleras como vos me tienen harta”.
“Maestra hija de puta, las putas tortilleras como vos me tienen harta”
Según pudo investigar Página 12, Daniela, la victima, es docente y lesbiana. Usa el pelo atado con colitas con los colores del orgullo y lleva pines en defensa de la educación pública. En la mañana del jueves viajaba tranquila mirando el celular y tomando mate con las piernas cruzadas, con una rodilla sobresaliendo hacia el pasillo. Allí, otra pasajera se sentó en el asiento individual de adelante y, al hacerlo con torpeza, le tocó la rodilla con el codo a Daniela. La docente se disculpó por llevar la rodilla de esa manera y la mujer la miró de manera agresiva.
“Yo no me moví, me tocaste sin querer”, pronunció Daniela y sin darle un segundo la atacante le pasó el pie a Daniela por el espacio entre las piernas, la levantó del asiento tomándola por el pelo, le arrancó las colitas del orgullo y empezó a arrancarle mechones de cabello.
Cuando ya estaba repleta de golpes y los mechones de pelo volaban por el colectivo, decidió intervenir un pasajero que no quería llegar tarde al trabajo. La atacante no paraba de patear a Daniela, y fue allí cuando el hombre se le tiró encima, la inmoviliza y la aparta de la maestra.
“Putos y travestis, se les va a acabar”
La docente no paró de gritarle al chofer que frene el vehículo, pero el conductor decidió seguir manejando durante todo el ataque. Como pudo, y con sus pertenencias rotas, Daniela caminó unos metros como pudo, hasta golpear la mampara de policarbonato que protege la chofer para que le permita descender, y el conductor quejándose frenó un poco la marcha, abrió la puerta y la víctima tuvo que saltar para ponerse a salvo.
“Me refugié en un corralón de materiales de Lomas de Zamora. Allí llamé a la escuela e hicieron la denuncia en la ART. El sindicato me pidió que me acerque y me derivaron a una clínica de Adrogué, donde quedé internada en observación. Esta mujer desconocida para mí (de entre 40 y 45 años, de contextura robusta, 1,70 de estatura y pelo enrulado teñido de bordó) me destrozó el guardapolvo y me dejó con la cervical lastimada, inmovilidad en el hombro y brazo derecho, el cuero cabelludo muy dolorido y sensible, y cantidad de moretones en los brazos, rodillas y codos. Me dejó sus dedos marcados en ese brazo”, explicó la maestra en diálogo con Página 12.
“Me atacó porque represento la educación pública y la diversidad sexual. Siento que la situación electoral abrió una jaula y a partir del 10 de diciembre va a ser una cacería contra todas las diversidades”, agregó.
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Este no es el único caso de ataques a espacios y personas del colectivo LGTB+ en estos días. En la madrugada del domingo, dos hombres pasaron por el centro cultural La Zorrería, de Monte Grande, y les arrojaron objetos al grito de “putos y travestis de mierda, se les va a acabar todo”. Asimismo, el martes 21 a la noche les destrozaron la vidriera del local.
Además, un mes atrás, el 11 de octubre en la Comuna 15 de CABA, un hombre amenazó con una motosierra a tres lesbianxs, a quienes está asistiendo el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, hasta el cierre que prometió el Presidente electo el 19 de noviembre.
Con información de Página12