El cardenal argentino Víctor Manuel “Tucho” Fernández reveló que fue amenazado tres veces por el documento que firmó junto al papa Francisco a fines del año pasado y que avala las bendiciones a parejas homosexuales, aunque no cambia la doctrina sobre el matrimonio.
“Me llegaron tres veces mensajes de amenaza: ‘Te destruiremos’”, relató Fernández, cardenal y prefecto del Dicasterio de la Doctrina de la Fe desde mediados del año pasado, en una entrevista publicada este jueves por un diario italiano.
Fue el 18 de diciembre, que Fernández firmó la Declaración Fiducia Supplicans, que con la aprobación del sumo pontífice abrió la puerta a “la posibilidad de bendiciones de parejas en situaciones irregulares y de parejas del mismo sexo, cuya forma no debe encontrar ninguna fijación ritual por parte de las autoridades eclesiásticas, para no producir confusión con la bendición propia del sacramento del matrimonio”.
Tras la publicación de dicho documento, sectores conservadores de todo el mundo rechazaron la apertura a homosexuales y llegaron a considerar “blasfemo” al escrito.
El cardenal africano Robert Sarah se ha pronunciado, al fin, sobre la declaración Fiducia supplicans y lo ha hecho con uno de los escritos más contundentes publicados hasta la fecha. pic.twitter.com/d0hzL3mH3l
— VotoCatolico (@votocatolicousa) January 10, 2024
“No hay elementos que justifiquen tal dureza”, agregó Fernández sobre las amenazas recibidas. “La declaración no causa las divisiones, sino que las hace emerger”, agregó.
Para el cardenal, exarzobispo de La Plata, FIducia Supplicans busca “descubrir una forma distinta de ser sacerdote más allá de los ritos litúrgicos” a través de la introducción de las bendiciones pastorales.
Además, la declaración detalla que, además de las bendiciones litúrgicas, que siguen un rito formal y que requieren diversas condiciones para no ir en contra de la voluntad de Dios, existe también otro tipo de bendiciones que se dan sólo porque las personas que se acercan “piden la fuerza de Dios para seguir adelante en la vida”.
“Este tipo de bendiciones, en opinión del Papa, no requieren ninguna perfección”, enfatizó Fernández, quién además consideró que “bendecir en el sentido de las bendiciones pastorales, no litúrgicas, no podría ser ni sacrílego ni blasfemo”.
“Aunque algún Obispo considere prudente por el momento no dar estas bendiciones, igualmente todos necesitamos crecer en la convicción de que las bendiciones no ritualizadas no son una consagración de la persona o de la pareja que las recibe, no son una justificación de todas sus acciones, no son una ratificación de la vida que llevan”, concluyó.