Ni el calor que brotaba del asfalto de microcentro al mediodía, ni las amenazas de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, ni los incontables efectivos de la policía cortando las calles lograron frenar la multitud que se reunió en las calles porteñas para posicionarse en contra del mega DNU y la Ley Ómnibus de Javier Milei. Con una marcha masiva que se replicó en todo el país, más de un millón y medio de personas dijeron presente.
Banderas, bombos, remeras y carteles colmaron la Plaza del Congreso de la Nación, donde desde las 7 de la mañana, trabajadores, estudiantes y jubilados aguardaban la llegada de miles más.