Los choferes de colectivos nucleados en el gremio Unión de Transportes Automotor (UTA) protestaron en las inmediaciones de la sede sindical para repudiar el reciente acuerdo salarial. La Policía de la Ciudad intervino para alejar de la zona a los trabajadores con represión.
En profundidad. La tensión entre la UTA, las cámaras empresarias y el Gobierno viene creciendo desde hace meses. Entre amenazas de paros, medidas de fuerza, y el rechazo de los empresarios, parece no estar garantizado un acuerdo entre las partes.
Esta semana pareció llegar a buen punto la negociación, aunque algunos trabajadores creen que no es suficiente y exigen mejores condiciones laborales y salariales. Es el caso de la agrupación Choferes Autoconvocados de Argentina, enfrentados con el secretario general de la UTA, Roberto Fernández.
Durante este viernes, los Choferes Autoconvocados movilizaron a la sede de la UTA para reunirse con Fernández y solucionar el conflicto paritario. Pero inmediatamente se desmadró la situación, cuando intervino la policía que golpeó y tiró gas pimienta.
“Del sindicato no salió nadie. Nos mandaron a la Policía para reprimirnos, aunque se había arreglado para manifestarnos pacíficamente en la vereda”, dijo uno de los manifestantes de la Línea La Perlita de Moreno en diálogo con C5N.
“Del sindicato no salió nadie. Nos mandaron a la Policía para reprimirnos, aunque se había arreglado para manifestarnos pacíficamente en la vereda”
“No tenemos ningún tipo de responsabilidad en esta puja entre el gobierno, el sindicato y los empresarios. Somos trabajadores que cumplimos nuestro trabajo y queremos un salario acorde a la tarea fundamental que desarrollamos. Nuestros representantes tienen que estar a la altura de las circunstancias que atravesamos y tomar medidas», afirmaron.
Por su parte, fuentes de la Policía porteña afirmaron a El Destape que los manifestantes «quisieron entrar de prepo, de forma violenta» a la sede de la UTA. Además, explicaron que accionaron «para que no se cruzaran y se agarren a trompadas, como ocurrió el año pasado. Se les dijo tres veces que se tenían que alejar de la puerta», afirmaron al medio.
Con información de El Destape