Según el Gobierno nacional, la inflación baja pero el costo de vida en Argentina es cada vez más elevado. Aumento de tarifas, medicina prepaga, educación, alimentos, todo contribuye al ajuste feroz que encabeza Javier Milei. Sobre ese punto, la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) realizó un informe sobre el impacto del incremento de tarifas.
En profundidad. La Universidad Argentina de la Empresa (UADE) lanzó un informe sobre el impacto de las tarifas de energía. Allí se estima que en febrero de este año, el valor de las tarifas de electricidad es el más caro de los últimos 30 años. Además, advierten que la misma significa un 3,45% de un sueldo promedio desestacionalizado del sector formal.
El incremento de los servicios públicos y la caída del salario real en el último periodo impactaron directamente en este fenómeno. De hecho, el salario real cayó 35 puntos por debajo de la inflación.
Según indica el documento, «los constantes cambios en las políticas» que se aplicaron en los servicios públicos impactaron. Entre ellos, detallan «subsidios exagerados» durante un largo plazo y las «recomposiciones abruptas de los precios». Esta situación «no permite encontrar un nivel de tarifas estables en el mediano plazo».
Sin embargo, y sin considerar los salarios mínimos de las poblaciones, advierte que a nivel mundial y regional, la tarifica de electricidad en Argentina «se encuentra relativamente barata».
«El costo es de USD 0,11 por kWh (hasta el año pasado, en marzo, la misma tarifa era de 0,04 centavos de dólar) y de USD 27,5 si se considera la canasta básica de 250 kWh. El valor promedio de esta misma canasta en todo el mundo es de USD 42,5 (USD 0,17 por kWh), con lo cual la canasta argentina es USD 15 más barata».
Así, el informe de la UADE concluye que «a pesar de que es necesario una corrección tarifaria de los servicios públicos, los nuevos valores impactan dentro del gasto de los hogares».