El Frente Sindical de Universidades Nacionales anunció que seguirá con su jornada de lucha por la crisis económica y presupuestaria: harán un paro nacional el próximo jueves 23 de mayo, y una marcha de antorchas para visibilizar el reclamo el miércoles 22.
El Frente Sindical de Universidades Nacionales continúa el plan de acción con una jornada de lucha y un paro nacional para la semana próxima
●22/05: Jornada de visibilización de las demandas/marcha de antorchas
●23/05: Paro Nacional sin concurrencia a los lugares de trabajo pic.twitter.com/8Ia2RtnXOd— CONADU Histórica (@CONADUHistorica) May 16, 2024
En profundidad. “El Frente Sindical de Universidades Nacionales se reunió hoy en la sede de la CONADU con el fin de evaluar la situación del sector universitario. A casi un mes de la movilización en apoyo a la universidad pública más grande de la historia, el Gobierno Nacional no ha resuelto ninguno de los temas del conflicto universitario: salarios, presupuesto y becas estudiantiles”, comenzó el comunicado que el Frente difundió en sus redes sociales.
“La pérdida de poder adquisitivo de los salarios, con la inflación acumulada del 8,8% en el mes de abril, se ha agudizado y la Secretaría de Educación no convocó a reunión paritaria para resolver el incremento porcentual para el mes de mayo, no presentó una propuesta de recuperación de la pérdida salarial acumulada desde el mes de diciembre, no incrementó la garantía salarial para los cargos de menores ingresos y no pagó el FONID. Por esa razón convocamos a 48 horas de protesta para los días 22 y 23. 24 horas de visibilización del conflicto y 24 horas de paro sin concurrencias a los lugares de trabajo”, agregaron.
Además, el Frente Sindical de la Universidades Nacionales opinó que la propuesta que hizo el Ejecutivo para resolver el presupuesto de la UBA “muestra que la contundencia de la marcha del 23 cambió las condiciones de negociación”. “Ahora falta el presupuesto de todas las universidades del país, el salario de docentes y no docentes y las becas para que las y los estudiantes puedan ingresar, permanecer y graduarse. No podemos esperar más”.
El comunicado fue firmado por los gremios que integran el Frente de Universidades Nacionales: Conadu Histórica, Conadu, Fedun, Fagdut, UDA, Ctera y Fatun.
Divide y reinarás, la estrategia del gobierno de Javier Milei
La Universidad de Buenos Aires (UBA) decidió levantar la emergencia presupuestaria ayer a la tarde. Anunció la medida tras alcanzar un acuerdo con el gobierno de Javier Milei por los gastos de funcionamiento, que recibirán una suba del 270 por ciento, y de sus hospitales, cuyo incremento será cercano al 300 por ciento.
En un comunicado, el Consejo Superior de la UBA afirmó que esto permite una previsibilidad, pero alertó sobre la situación salarial, que aún no está resuelta. Tampoco la inversión en ciencia y las obras que están paradas.
Mientras tanto, las otras 60 universidades continúan en una situación alarmante. Al respecto, el vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti, advirtió que seguirán reclamando por el resto de las casas de estudio. “No aceptaremos que existan estudiantes de primera y de segunda”, sostuvieron desde el Consejo Interuniversitario Nacional al respecto.
«No aceptaremos que existan estudiantes de primera y de segunda»
Comunicado del Consejo Interuniversitario Nacional @CINoficial ante el acuerdo unilateral entre la UBA y el gobierno nacional: pic.twitter.com/0EgG571Ejv
— Universidad Nacional del Sur (@UNS_oficial) May 16, 2024
Desde el comienzo de las negociaciones con las universidades, y sobre todo, las posteriores a la masiva movilización en defensa de la educación, el Gobierno buscó dividir a la UBA del resto de las instituciones. De hecho, tuvieron una atención especial con el rector Ricardo Gelpi, a quien la ministra de Capital Humano, Sandra Petovello, recibió un día antes que al resto. En los encuentros con todos los rectores, el Gobierno escuchó, pero no hubo avances reales en destrabar fondos. De hecho, en una exposición ante el Congreso, el secretario de Educación, Carlos Torrendell, no pudo dar precisiones sobre cómo se resolverá el conflicto universitario.
A partir de ahí, lo público se separa de las negociaciones a puertas cerradas. Con la UBA particularmente, el encargado de las negociaciones, que pasó a ser Torrendell, tuvo tres reuniones más. Allí, las autoridades de la UBA insistieron con el planteo de actualizar lo presupuestario y tuvieron varias discusiones, avances y retrocesos. Finalmente, desde el Gobierno nacional aceptaron aumentar aquellas partidas sin las cuales directamente se iba a un cierre de la UBA: el funcionamiento básico (la luz, etc) y el presupuesto para los hospitales. No solo acordaron sino que ya empezaron a pagar.
Con información de Página12