Dos funcionarios del Ministerio de Defensa, conducido por Luis Petri, se reunieron en los últimos días con represores emblemáticos de la última dictadura militar, presos por delitos de lesa humanidad. En ese marco, se fueron con un pedido de anulación de la imprescriptibilidad para los crímenes de esta índole.
Fuentes del Ministerio de Defensa justificaron la visita al señalar que la cartera es responsable de las refacciones y el mantenimiento del edificio carcelario, pese a que el Servicio Penitenciario Federal depende del Ministerio de Seguridad de la Nación.
En profundidad. El repudiable hecho se confirmó a través de un pedido de información pública solicitado por Página12. “La visita a la Unidad 34 de Campo de Mayo fue realizada por el subsecretario de Planeamiento Estratégico y Política Militar, licenciado Guillermo Madero, y por el director nacional de Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario, abogado Lucas Erbes, el día 7 de marzo con el objetivo de visitar y ver el estado de las instalaciones”, explicó Defensa.
En esa unidad, se encuentran alojados algunos represores emblemáticos de la dictadura. Entre otros, Christian Federico Von Wernich o Julio Simón, conocido como el Turco Julián.
Según detalló Página12, los represores entregaron a los funcionarios un proyecto de decreto para declarar que el proceso penal desde la comisión del delito no debe durar más de 25 años, incluso cuando sea un delito de lesa humanidad. Aun así, la Corte Suprema de Justicia ya estableció que los crímenes de este tipo son imprescriptibles.
Cabe destacar que la visita se suma a la que, el 11 de julio pasado, realizaron diputados de La Libertad Avanza (LLA) a Alfredo Astiz y otros represores en el penal de Ezeiza.
Los que visitaron a los represores fueron los diputados Beltrán Benedit, Guillermo Montenegro, Alida Ferreyra, Lourdes Arrieta y María Fernanda Araujo. Concretamente, visitaron a los condenados por crímenes de lesa humanidad durante la dictadura Antonio Pernías, Gerardo Arraez, Honorio “El Pájaro” Martínez Ruiz, Agustín Oyarzabal Navarro, “El Uruguayo” Juan Manuel Cordero, Mario “El Cura” Marcote, Miguel Ángel Britos y Adolfo Donda.
Según la visión de Benedit, no fueron a ver represores ya que la “represión es algo que compete a las fuerzas de seguridad”, sino que se encontraron con “ex combatientes que libraron batallas contra la subversión marxista por orden de un gobierno constitucional”.
«Aparentemente, la visita tenía el ok de Martín Menem y de Casa Rosada»
La diputada Rocío Bonacci afirmó que la invitación para visitar a Alfredo Astiz la recibió de un compañero de bloque y remarcó que en un principio «fue una visita con un buen objetivo de fondo». pic.twitter.com/sWHSpXPmsL
— Corta 🏆 (@somoscorta) July 29, 2024
La visita por parte de los legisladores libertarios, y su posterior repudio, generó una serie de conflictos dentro del partido. En las últimas horas una diputada que formó parte de la comitiva que visitó a los genocidas, mandó al frente la desorganización de La Libertad Avanza y dejó en evidencia tanto a Martín Menem como a Casa Rosada.
“Mi mayor error fue confiar en un colega del bloque”, expresó la diputada libertaria, Rocío Bonacci.