Lourdes Arrieta, una diputada mendocina conocida por usar un patito amarillo en el Congreso, se ha visto envuelta en controversia por su visita a represores detenidos en la cárcel de Ezeiza. Su defensa fue que nació en 1993 y, por lo tanto, no conoce a las personas involucradas en los crímenes de lesa humanidad.
En profundidad. Durante su visita, la libertaria explicó que habló con el represor Alfredo Astiz. A su vez, reconoció que no tenía idea de los nombres ni de las caras de los detenidos. Aseguró que solo vio «internos de 80 años». La comitiva que realizó esta visita estuvo encabezada por Beltrán Benedit, quien organizó el viaje oficial, y Guillermo Montenegro, Arrieta, María Fernanda Araujo, Alida Ferreyra Ugalde y Bonacci.
Estuve y hablé con Astiz. Yo no viví en esa época, nací en 1993 y no tengo ni idea de quiénes eran los personajes de esa época. La verdad es que vi internos de 80 años y yo no sabía los nombres, las caras y no tenía ni idea”, dijo Arrieta.
“Fue una reunión que fuimos engañados un grupo de diputados. No puedo decir si todos lo sabían o no. Tanto la diputada Bonacci y como yo, empezamos a hablar de este tema porque en un momento teníamos angustia. Entramos en un estado de shock. Y en este tiempo me envalentoné y decidí salir a contar lo que fue”, explicó Arrieta en diálogo con MDZ Radio.
Arrieta afirmó no saber que se refería a la Unidad 31, donde están los condenados por crímenes de lesa humanidad. Además, manifestó su rechazo «a todo acto de violencia, especialmente a los delitos de lesa humanidad».
Los legisladores libertario visitaron a Raúl Guglielminetti (exagente de inteligencia del Batallón 601), Carlos Guillermo Suárez Mason Jr. (ex marino responsable de delitos de lesa humanidad en la ESMA). También a Adolfo Donda (exoficial de la Armada y secuestrador de su sobrina, Victoria), entre otros.