El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) realizó un estudio analizando la evolución de precios del Mercado Central de Buenos Aires (MCBA) y proyecta el impacto en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en verduras, tubérculos y frutas.
Según el informe, en julio de 2024, el segmento de las seis especies de verduras más vendidas en el Mercado Central registró un aumento significativo de precios, con un incremento promedio del 33,4 por ciento. Este aumento provocó un incremento del 36,4 por ciento en el segmento “Verduras, Tubérculos y Legumbres” del IPC en comparación con el mes anterior. Como resultado, el ponderador de la división “Alimentos y Bebidas no alcohólicas” del IPC, que es del 2,2 por ciento, mostró un aumento de 0,8 por ciento en los precios durante julio.
En profundidad
En cuanto a las frutas, el segmento de las cuatro frutas más comercializadas en el mercado presentó un aumento moderado del 3,1% en el Gran Buenos Aires (GBA) respecto a junio de 2024. Esto permitió proyectar una disminución en el precio del segmento de frutas del IPC de 5,1 por ciento, manteniendo el impacto en el IPC de julio en un nivel similar al mes anterior.
Por el lado del segmento verduras, tubérculos y legumbres, todos los productos incrementaron sus precios en julio de 2024. La cebolla lideró este aumento con un 64,4 por ciento, seguida por la papa (49,6 por ciento), lechuga (44,2 por ciento), batata (13,7 por ciento), tomate (13,3 por ciento) y zapallo (4,3 por ciento). La variación interanual del segmento fue del 349,7 por ciento, con el tomate mostrando la mayor variación interanual de 935,9 por ciento.
El segmento frutas, solo la banana mostró un aumento de precio (16,3 por ciento), mientras que la naranja (-9,7 por ciento), limón (-5,8 por ciento) y manzana (-0,4 por ciento) experimentaron bajas. La banana tuvo la mayor variación interanual (322,8 por ciento) y acumulada en 2024 (142,4 por ciento).
El informe refleja la compleja dinámica de precios en el mercado de alimentos, con factores climáticos y logísticos desempeñando un papel crucial en las variaciones de precios observadas en julio de 2024.
Sobre los factores que influyeron en la suba de precios, el informe destaca las heladas, la caída de demanda internacional y la suba de costos en energía:
- Cebolla. El aumento de su precio se debe a las heladas en Córdoba, Tucumán y Catamarca, lo que obligó a importar cebolla desde Brasil. Además, los incrementos en los costos de energía han afectado negativamente a los productores, llevándolos a abandonar los cultivos antes de la cosecha.
- Banana. El aumento en el precio de la banana se atribuye a condiciones climáticas adversas y al cierre del paso fronterizo de Mendoza, que impidió su importación.
- Limón y Naranja. La disminución en el precio del limón está relacionada con una caída en la demanda internacional de cítricos. Aunque en julio se observó una disminución en los precios de las naranjas, las heladas en el norte de la provincia de Buenos Aires redujeron la producción en un 30%, lo que podría llevar a un aumento de precios en los próximos meses.
Además, durante julio de 2024, se observó una notable dispersión de precios en supermercados. La lechuga encabezó este ranking con una dispersión del 163,2 por ciento, mientras que la batata presentó la menor dispersión con un 27,4 por ciento. Además, la brecha de precios entre el mercado central y los supermercados se amplió en 9,4 puntos porcentuales respecto a junio. Básicamente, cada cadena le pone el precio que quiere, total no hay ningún ente que lo regule.
Unicef reveló que un millón de chicos se va a dormir sin comer en Argentina
En simultáneo, desde Unicef, el organismo de las Naciones Unidas para las infancias, revelaron que “más de un millón de chicos se va a dormir sin comer en Argentina”.
El informe precisó que en el país hay 3,3 millones de hogares en donde viven casi 7 millones de chicas y chicos. De total, “un 90% dejó de comprar leche, carnes y otros lácteos”, mientras que “más de 1 millón de chicas y chicos tuvieron que saltearse una comida diaria (desayuno, almuerzo, merienda o cena) por falta de dinero (7,4% del total)”. La situación es aún más severa cuando se trata de personas adultas. Según el relevamiento, un 30% tuvieron que saltearse una comida.
Unicef reveló que, en el primer cuatrimestre de este año, un 52% de los hogares debió dejar de comprar algún alimento por falta de dinero, lo que representa una suba de 11 puntos porcentuales por sobre el mismo período de 2023. Asimismo, un 23% tuvo que dejar de comprar algún medicamento y un 32% debió reducir controles médicos u odontológicos.
En Argentina, cada noche, un millón de chicas y chicos se van a dormir sin comer. El Hambre No Tiene Final Feliz, pero con tu ayuda puede cambiar esta historia.
Doná ahora en https://t.co/AtM1feQpLb. Y contribuí a mejorar la vida de millones de niñas y niños. #CambiáElFinal pic.twitter.com/2zmMPvo1xN
— UNICEF ARGENTINA (@UNICEFargentina) August 13, 2024