El Gobierno de la Nación volvió a desafiar a la AFA con un nuevo avance para que los clubes puedan ser privatizados mediante el formato de las SAD, las sociedades anónimas deportivas. Mediante el Decreto N°730/2024 publicado este miércoles en el Boletín Oficial, Javier Milei reglamentó la conversión de la estructura jurídica de las instituciones, ya que “no se podrá impedir, dificultar, privar o menoscabar cualquier derecho a una organización deportiva”, siempre y cuando “esté reconocida por la ley”.
El gobierno reglamento las Sociedades Anónimas Deportivas y mediante decreto con la firma de Javier Milei. Le da un año a la AFA para adecuar su estatuto y que los clubes que quieran ser SAD puedan participar de los torneos de AFA. Todo publicado hoy en Boletín Oficial 👇👇👇👇👇 pic.twitter.com/8Z17VoRAZw
— Pablo Gravellone (@gravep) August 14, 2024
En profundidad. Después del rechazo del presidente de la AFA, Claudio Chiqui Tapia, a las SAD, el nuevo decreto abre un nuevo frente de disputa para el Gobierno de La Libertad Avanza. Desde Casa Rosada cuestionan el planteo de la AFA, que sostiene que si bien la institución no tiene facultades para impedir que un club pueda elegir convertirse en SAD, la Constitución Nacional la ampara para impedir su ingreso como miembro y de participar en los torneos que organiza.
“Las organizaciones integrantes del Sistema Institucional del Deporte y la Actividad Física que modifiquen o hubieran modificado su estructura jurídica adoptando algunas de las figuras contenidas en el artículo 19 bis de la Ley Nº20.655 y sus modificaciones tendrán derecho a mantener su participación en toda competición en la que intervinieran bajo su estructura jurídica anterior y en las mismas condiciones que se encontraban con anterioridad a la modificación producida”, sostiene la normativa publicada este miércoles.
Además, el decreto explica que las “personas jurídicas constituidas como sociedades anónimas” que tengan como objetivo “la práctica, desarrollo, sostenimiento, organización o representación del deporte y la actividad física” pueden integrarse al Sistema Institucional del Deporte y la Actividad Física, tal como lo hacen las asociaciones civiles.
En su artículo primero define que los “asociados a las asociaciones civiles” serán “quienes participen en la asamblea extraordinaria de la asociación que considere la decisión de transformar a la entidad en sociedad anónima o resuelva ser socia de sociedades anónimas”.
Por otro lado, el segundo artículo especifica que pese a que aun no se hayan adaptado los estatutos o códigos internos de las asociaciones, federaciones y confederaciones deportivas, estas no podrán “impedir, dificultar, privar o menoscabar cualquier derecho a una organización deportiva, incluyendo su derecho de afiliación a una confederación, federación, asociación, liga o unión, con fundamento en su forma jurídica, originaria o derivada”, que haya elegido convertirse en una SAD.
En ese sentido, aclara que todos los clubes y asociaciones “tendrán derecho a mantener su participación en toda competición en la que intervinieran bajo su estructura jurídica anterior y en las mismas condiciones que se encontraban con anterioridad a la modificación producida”.
Por último, se le da un plazo de un año a partir del día de la fecha para que la AFA y el resto de asociaciones, federaciones y confederaciones adapten sus normas a esta medida.
Celebro la decisión del gobierno de permitir la llegada de sociedades anónimas deportivas a nuestro fútbol.
Sin dudas es un paso adelante, para tener más inversiones y un espectáculo de más calidad, con mejores planteles y mejores estadios. Es un modelo que no sólo funciona bien…
— Mauricio Macri (@mauriciomacri) August 14, 2024
Cabe destacar que hasta la llegada de Javier Milei a Casa Rosada, la Ley N°20.655 permitía que los clubes deportivos se organizaran principalmente como asociaciones civiles. Sin embargo, el mega DNU N°70/23, publicado en diciembre de 2023, modificó esta normativa para permitir que también puedan convertirse en sociedades anónimas deportivas, un objetivo político que encontró resistencia en los clubes y la entidad que los nuclea.