Este año es el peor año de dengue desde que se llevan registros, tal es así que hasta el 23 de julio, se reportaron más de 10 millones de casos en 176 países del planeta, aunque América se lleva la peor parte, ya que 24 mil fueron de gravedad y más de 6.500 murieron. Esos números ya superan los de 2023, que también fue un año récord.
Es por ello, que frente a esta amenaza para la salud, en una reunión con la Red Argentina de Periodismo Científico, el ministro de Salud, Mario Russo, y su Secretario de Calidad en Salud, Leonardo Busso, presentaron las principales líneas de acción del “Plan estratégico para el abordaje integral del Dengue”. Con este proyecto buscarán mejorar el registro de casos, reforzar la atención primaria y adquirir 160 mil dosis de la nueva vacuna que permitirá disminuir la hospitalización y los casos graves. Las vacunas permitiría inmunizar a 80 mil jóvenes de 15 a 19 años de jurisdicciones priorizadas como lo es el noroeste del país.
En profundidad
“El dengue nos sorprendió en cuanto llegamos al ministerio con un adelantamiento de los casos y récord histórico. Fue un aprendizaje para lo que viene y lo que nos llevó a tener un plan integral que comienza mucho antes de que empiece a aumentar la curva de casos”, sostuvo el ministro Russo.
Además, explicó que el último brote dejó un saldo de 583.297 casos y 419 fallecidos, lo que arroja una letalidad del 0,072%, que está dentro del rango esperable, aunque se calcula que hay un importante subregistro, tanto porque un gran porcentaje de los casos son asintomáticos como porque muchos de los pacientes que cursan un cuadro leve no consultan con el sistema de salud. “Vemos que hay algunas inconsistencias. Por eso estamos trabajando mucho con las jurisdicciones”, destacó su secretario, Leonardo Busso.
De acuerdo a los titulares de la cartera, falta información para saber qué y como priorizar. “Este ministerio tiene mucho para mejorar en la nominalización de datos para poder tomar decisiones políticas. Es una de las deficiencias estratégicas que encontramos. Sabemos que ésta es una enfermedad que tiene mayor incidencia en las zonas urbanas que en las rurales. Estamos tratando de ver qué es lo que está pasando en cada una de las regiones. Estamos utilizando una herramienta que evalúa la carga de recurso humano sanitario de cada distrito, el acceso a la atención primaria o si tienen cloacas. Los estamos utilizando para ver de qué manera priorizamos los que tienen algún indicador indirecto de falta de acceso a la salud”, agregó el ministro.
🦟 Si bien durante los meses de frío los mosquitos adultos reducen su actividad, las bajas temperaturas no terminan con la reproducción del mosquito transmisor del dengue.
Por eso sigue siendo fundamental la prevención y eliminación de criaderos alrededor de nuestras casas 🏠 pic.twitter.com/8YL171MhGG
— PAMI – INSSJP (@PAMI_org_ar) August 21, 2024
El Plan de Abordaje Integral, que hoy se presenta a los ministros de salud de las provincias, tiene tres niveles. El primero nacional, luego jurisdiccional y finalmente local. El nacional comprende la rectoría y definición de lineamientos técnicos, la supervisión de cada una de las acciones, la distribución de insumos, la capacitación y asistencia técnica, y el financiamiento, que se hará a través del “Programa Sumar”, que otorga recursos por cada prestación que realicen los hospitales o centros de salud.
El nivel jurisdiccional incluye el diseño y monitoreo del plan, y queda en manos de provincias y municipios. Y el nivel local se ocupa de implementar el control vectorial en el territorio, la vigilancia epidemiológica y la notificación.
Si bien, es cierto que en épocas de calor, los casos aumentan notablemente, es importante saber que los riesgos continúan todo el año. En estos últimos meses, hubo dos provincias que siguieron teniendo casos en invierno: Chaco y Formosa.
Plan de vacunación
Uno de los últimos puntos, y el más discutido, es la vacunación. La decisión de la cartera, que sigue la recomendación de la Comisión Nacional de Inmunizaciones, es vacunar al grupo de 15 a 19 años en zonas de alta incidencia. Para esto, ya se inició el proceso de adquisición de las dosis (que alcanzan para vacunar a 80 mil individuos), con la opción de duplicar ese número. Comenzarían a aplicarse en septiembre. “Se tuvo en cuenta cuáles son las poblaciones que tienen menos acceso a la salud y más alta endemicidad –detallaron–, las que tienen más chance de haber estado expuestas al virus”. La inmunización está restringida a ese rango de edad, pero Busso concedió que “si una persona de hasta 39 años viene con la indicación, se la aplicamos”.
Sin embargo, especialistas no coinciden en el criterio. En un informe, publicado el 29 de junio de este año en la revista científica local Medicina, dos investigadores del Conicet, Pablo Orellano, de la Universidad Tecnológica Nacional, y Darío Vezzani, del Instituto Multidisciplinario sobre Ecosistemas y Desarrollo Sustentable, de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, coinciden en que la población que habría que vacunar, tiene un rango etario mucho menor.
“Habría que tratar de entender porqué se prioriza a los de 15 a 19, si la OMS recomienda vacunar de 6 a 16 años”, dice Orellano.
“La vacuna disponible no está dirigida a interrumpir la transmisión, sino a prevenir formas graves. Por eso, la recomendación internacional es fijarse en estas últimas y no en la incidencia. Los chicos de 6 a 16 son los que más riesgo tienen de dengue grave, y dentro de ese grupo, los que están más en riesgo son los que tienen comorbilidades. También, al estar escolarizados, es más fácil su captación. Por otro lado, la población adulta y económicamente activa tiene más acceso a la vacunación. Por ejemplo, algunas empresas están comprando vacunas para sus empleados. En las zonas priorizadas, muchas veces el padre de familia es el único que trabaja y si hay que invertir en una vacuna van a hacerlo en la persona que provee el sustento. En ese caso, los que quedan más desprotegidos son las mujeres y los chicos que no pueden pagarla”, agrega.
De acuerdo con Orellano, aunque los datos de hospitalizaciones por grupos de edad no están publicados, la evidencia histórica muestra que los niños y los ancianos tienen mayor riesgo de formas graves y muerte. “Cada país tiene su propia realidad y tiene que adaptar esos lineamientos, pero hay que evaluarlos muy bien cuando se toman decisiones en algo tan serio”, concluye.
No se trata de una disputa entre gobiernos para romper los puentes sino todo lo contrario. Las provincias somos las responsables pero tenemos que ser coordinadas por el Ministerio Nacional.
A hoy tenemos 8 provincias que van a vacunar contra el dengue y 8 estrategias distintas https://t.co/D9SRVgTfaP pic.twitter.com/UUr3F5xh04
— Nicolás Kreplak (@nkreplak) August 19, 2024
Por su parte, el ministro de salud de la Provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, que esta semana advirtió que la próxima temporada de dengue puede ser grave, consideró que 160 mil vacunas es una cifra que “no alcanza”.
“De hecho, ocho provincias ya anunciaron que van a comprar y mucho más de lo que piensa adquirir Nación”, agregó.