La derrota de La Libertad Avanza en el Senado

La oposición redobló la apuesta en la Cámara alta para aprobar el aumento del presupuesto a las universidades nacionales con un número robusto capaz de blindarlo de un eventual veto presidencial. Además, se votó el rechazo del DNU de la SIDE. El premio consuelo fue la Boleta Única de Papel.

El día después de que el gobierno de Javier Milei lograra blindar el veto al miserable aumento de los jubilados, el Congreso de la Nación redobló la apuesta y le dio luz verde a otra iniciativa opositora. La Ley de Financiamiento Universitario fue aprobada por una contundente mayoría opositora. Fueron 57 votos a favor contra solo 10 en contra y una abstención.

Eso no fue todo. El Senado también rechazó por amplia mayoría, 49 votos precisamente, el presupuesto otorgado mediante un DNU para la SIDE. Dos derrotas legislativas para un gobierno que, apenas 24 horas antes, celebraba haber podido bloquear el aumento a los jubilados con los votos radicales que, ahora, se alinearon con el peronismo para aumentar los fondos de las universidades.

De todas maneras, el gobierno de La Libertad Avanza festejó una pequeña victoria: la aprobación de la Boleta Única de Papel, que ahora volverá a ser tratada en Diputados.


En profundidad. La UCR había quedado golpeada después de la votación por la insistencia de la ley de movilidad jubilatoria en Diputados. El cambio de postura de un grupo de radicales que habían pasado de votar a favor de la ley a acompañar el veto presidencial dejó una mancha y en el partido estaban incómodos. Tal es así que el día anterior, el jefe de bloque, Eduardo Vischi se reunió con Javier Milei en Casa Rosada y habría maniobrado para impedir el tratamiento del DNU de Inteligencia. Algunos radicales, incluso, denunciaron que un sector de la UCR quería impedir el tratamiento de la Ley de Financiamiento Universitario para atar la discusión a la del Presupuesto 2025. Sonaron las alarmas y un grupo de senadores opositores, comandados por Martín Lousteau, convocaron una reunión de bloque a la mañana.

En este encuentro, los senadores radicales votaron incluir en el temario el rechazo al DNU de Inteligencia. “Hoy el gobierno va a recibir dos derrotas”, aseguró un senador radical, que consciente de que había una minoría interna pro gobierno que buscaba torpedear el rechazo al DNU, agregó: “Nadie quiere que el VAR te marque dos veces en offside”.

El financiamiento universitario llegó casi cinco meses después de que decenas de miles de personas se movilizaran en defensa de la educación pública. La ley que sancionó el Senado actualiza las partidas presupuestarias para cubrir gastos de funcionamiento, investigación y extensión en las universidades.

En la Cámara, el desafío de la oposición fue doble. No solo necesitó hacerse con una mayoría para sancionar la normativa, sino que tuvo que conseguir una mayoría lo suficientemente robusta que permitiera blindar la ley de un futuro veto presidencial. Lo consiguió rápidamente ya que los votos positivos casi sextuplicaron a los negativos.

El impacto fiscal de la medida, según la Oficina de Presupuesto del Congreso, será del 0,14 por ciento del PBI, el motivo por el cual Milei llamó a los legisladores “degenerados fiscales” y amenazó previamente con vetar la ley.

Sin SIDE y con la orden de invertir en educación pública el panorama para LLA no era para nada alentador. Sin embargo, Victoria Villarruel no iba a ser la cara de una doble derrota sin, antes, poder ofrecerle alguna victoria. Y esa victoria era la aprobación de la Boleta Única Papel: una iniciativa que había sido impulsada por la oposición durante el gobierno de Alberto Fernández y que, sin embargo, el gobierno había terminado por hacer propia. Hundidas las posibilidades de eliminar las PASO, la aprobación de la BUP era la única reforma electoral que podía aprobar antes de las legislativas de 2025. Y lo consiguió con 39 votos a favor y 30 en contra: todos los bloques acompañaron la iniciativa, excepto Unión por la Patria.

La nueva normativa modifica el mecanismo de votación, y remplaza las boletas partidarias por una boleta única que muestra toda la oferta electoral. Sin embargo, el texto aprobado no es el mismo que se aprobó en Diputados motivo por el cual la reforma electoral no se convirtió en ley, por lo que el proyecto, ahora, girará a la Cámara baja, que definirá si acepta o no las modificaciones.