Es Tuyo, del Barrio, de Todes

El forense aseguró que Lucas recibió un tiro mortal en la cabeza

En el juicio que se le sigue a 14 efectivos porteños por el asesinato del adolescente en 2021, el médico declaró que este recibió dos disparos y que presentaba una quemadura de cigarrillo en la mano derecha.

Una subinspectora de la Policía Federal que participó en las primeras pericias en el lugar donde ocurrió el crimen de Lucas González, declaró que percibió “desesperación” de los agentes porteños que consultaban sobre el procedimiento, mientras que el médico forense que practicó la autopsia al cuerpo de la víctima aseguró que el joven recibió dos disparos y que presentaba una lesión en una mano provocada “en vida” por un elemento “compatible” con la quemadura de un cigarrillo.

Claudia Moreira, subinspectora de la PFA, que participó de los primeros peritajes en la esquina de Perdriel y Alvarado, de Barracas, el lugar donde ocurrió el homicidio de Lucas, declaró que “había aproximadamente alrededor de 150 personas de la Policía de la Ciudad”, que se encontraban “uniformados, de civil y con chalecos de la Brigada”.

“Constantemente querían subir al móvil donde estábamos (con su equipo de trabajo), pero se les pidió que no lo hagan. Nunca había visto tanto personal policial y de civil. Querían saber qué había dicho la doctora. Qué había decidido”, indicó la agente, quien brindó su testimonio mediante la plataforma virtual Zoom.

Moreira señaló que cumplía órdenes del subcomisario de la PFA Pablo Andrés Blanco, encargado de la recolección de pruebas el día del hecho.

“Constantemente querían subir al móvil donde estábamos pero se les pidió que no lo hagan. Nunca había visto tanto personal policial y de civil”

CLAUDIA MOREIRA, SUBINSPECTORA DE LA PFA

De esta manera, Moreira aseguró que nunca estuvo en un procedimiento con tanta gente, y que notó “desesperación” por parte de los policías porteños, aunque aclaró que nunca le sugirieron qué debía hacer.

Las tareas que realizó Moreira fueron el traslado en calidad de detenido del amigo de Lucas que se dio a la fuga tras el hecho y que se presentó en una comisaria de Barracas a las pocas horas. Además de entrevistarse con médicos y la familia de la víctima en el Hospital Penna de Parque Patricios, donde incautó prendas del joven y una esquila de bala.

La declaración del médico forense

Previo a la declaración de Moreira, dio su testimonio el médico forense Alejandro Rullan Corna, quien realizó la autopsia al cuerpo de Lucas.

“El cuerpo presentaba tres lesiones: dos producto de proyectiles de arma de fuego y una lesión compatible con una quemadura en una de sus manos”, declaró Rullan Corna, forense de la morgue del Poder Judicial de la Nación.

“El cuerpo presentaba tres lesiones: dos producto de proyectiles de arma de fuego y una lesión compatible con una quemadura en una de sus manos”

ALEJANDRO RULLAN CORNA, MÉDICO FORENSE DE LA MORGUE DEL PODER JUDICIAL DE LA NACIÓN

Según explicó, la trayectoria que realizó el proyectil mortal en la sien fue de adelante hacia atrás, de derecha a izquierda y de arriba hacia abajo.

En cuanto a la lesión en la mano derecha de Lucas, el especialista la describió como “compatible con un objeto circular de 0,5 a 1 centímetro de diámetro, en la mano derecha, en el primer espacio entre el dedo pulgar y el índice”.

Si bien aclaró que no pudo determinar con qué elemento fue causada la herida, indicó que es compatible con el diámetro de un cigarrillo y fue causada cuando Lucas aún estaba vivo.

“Nadie graba, nadie vio nada”

“Nadie graba, nadie vio nada”, fue la frase que refirió haber escuchado por parte de un agente de la Policía porteña la primera médica que asistió a Lucas González.

Días atrás, en el marco de la tercer audiencia del juicio, la médica describió que mientras subían a Lucas a la ambulancia, los policías formaban una rueda como “custodiando la zona” y afirmó tener “miedo” desde que ocurrieron los hechos.

Myriam Nancy Sosa, médica del SAME que llegó con la ambulancia a Alvarado y Perdriel cerca de las 10 horas del 17 de noviembre de 2021, comenzó a relatar lo que vivió desde que llegó a esa esquina de Barracas, en la que finalmente se detuvo la Surán en que viajaban los chicos y en la que los agentes están acusados de planear y concretar la trama de encubrimiento.

“Veo una escena bastante impactante, que no es habitual: muchos efectivos, un vehículo y en su interior una persona joven en grave estado. Tenía heridas de arma de fuego en el cráneo y toda la escena estaba llena de sangre”, aseguró y de inmediato hizo hincapié en lo que más le impactó de ese momento.

“Un efectivo corpulento le gritaba en forma seria a todos los policías, que estaban en una rueda: nadie graba, nadie vio nada”, relató.

“Un efectivo corpulento le gritaba en forma seria a todos los policías, que estaban en una rueda: nadie graba, nadie vio nada”

“Estaban como custodiando la zona en 360 grados, eso sí no es habitual. Era como que formaban un vallado y eso no lo vi nunca. He tenido que entrar a la villa 31 con heridos de bala y no había la atención que había en esta escena. Estaban todos muy pendientes de la situación, alertas y mirando hacia el lugar del hecho”, agregó.

El crimen de Lucas González

El crimen de Lucas sucedió cerca de las 09:30 de la noche del 17 de noviembre de 2021. La víctima y tres amigos de su misma edad salieron de entrenar en el club Barracas Central a bordo del vehículo de uno de sus padres, cuando fueron interceptados por un auto de la brigada de investigaciones de la Policía de la Ciudad, sin patente ni señales de ser policial.

Los jóvenes se sintieron en peligro y creyeron que iban a robarles, así que huyeron del lugar. Momento en el cual los policías les dispararon desde varios ángulos. Al menos cinco tiros dieron en el auto y uno de ellos impactó en la cabeza de Lucas, quien horas más tarde murió.

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