Desde la Iglesia llaman a “no resignarse a vivir mal“
El arzobispo García Cuerva recordó que "todos tenemos el compromiso de construir un país más justo". Más tarde, y en Plaza de Mayo, Taty Almeida afirmó que “el hambre es un crimen”.
Como cada año, miles de fieles se autoconvocaron este miércoles para celebrar el Día de San Cayetano, patrono del pan y del trabajo. Frente a ese escenario, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, le pidió a la ciudadanía “no resignarse a vivir mal”.
En profundidad. Desde la mañana del martes ya se podía empezar a observar largas filas de fieles, esperando a ingresar al templo, ubicado en el barrio porteño de Liniers. Hasta allí acudieron a la parroquia con sillas y reposeras para asegurar sus lugares con el objetivo de participar de la misa, encabeza por García Cuerva.
“No bajemos los brazos, no nos resignemos a que los argentinos debemos vivir mal”, afirmó el sacerdote durante su homilía. Además, expresó que todos tenemos “el compromiso de construir un país más justo, mejor, para todos. San Cayetano es el patrono de todos, es el patrono del pan y el trabajo”.
“Está en las entrañas más profundas de todo el pueblo argentino. No es un santo de un partido político, o un sector social. San Cayetano no le pregunta a nadie a quién vota. Al igual que la peregrinación a Luján, convoca a todo el pueblo”, añadió.
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Más allá de la gran cantidad de fieles, este año se notó una leve disminución en la asistencia. Algunos se lo atribuyen al elevado costo del transporte para acercarse hasta la iglesia, otros a la movilización que se llevo a cabo en simultáneo en Plaza de Mayo.
“La peor violencia es el hambre”
Organizaciones sociales, políticas y sindicales también se movilizaron este miércoles 7 de agosto. La convocatoria tuvo como origen a San Cayetano, patrono del pan y del trabajo, pero, en este contexto, los dirigentes le agregaron un fuerte reclamo político contra el gobierno de Javier Milei, al que acusan de estar empeorando las condiciones de los asalariados.
Una gran parte de la militancia comenzó la movilización en Liniers, donde se realizó la misa en honor al santo patrono. La jornada prosiguió con una marcha que concluyó en Plaza de Mayo. Allí, integrantes de organizaciones de desocupados, las dos representaciones de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) e integrantes de la Confederación General del Trabajo (CGT), le dieron cuerpo a las columnas.
En un escenario frente a Casa Rosada, la protesta de todos los oradores coincidió: “8 millones de personas padecen hambre”.
“Lo único que pedimos es trabajo y comida”, coincidieron los dirigentes en su discurso en Plaza de Mayo, en donde informaron que elaborarán un documento con “diez o quince puntos de acuerdo” para “en las urnas con unidad derrotar a la derecha que se enquistó en la Casa de Gobierno”.
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Daniel Catalano, secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado en la Ciudad de Buenos Aires (ATE Capital), agradeció a la CGT por haber realizado la convocatoria y replicó las críticas al mandatario libertario. “No ha dejado un sólo lugar por atacar, basta de gobernar por decreto”, sostuvo.
Posteriormente, la referente histórica de los derechos humanos Taty Almeida repitió la consigna al afirmar que “el hambre es un crimen”. “Están sometiendo a miles a la pobreza. No son números es la historia de cada familia que no puede poner pan en la mesa, hay un gobierno deshumanizado”, afirmó.
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