Salud mental: jóvenes, depresión y dificultades para acceder a una consulta
En el marco del Día de la Salud Mental, donde se propone sensibilizar y concientizar sobre ella, hablamos con Ayelén Marco, neuropsicóloga y terapeuta en conducta contextual.
La salud mental es cada vez más importante. Y más en tiempos donde la pandemia del COVID-19 parece quedar atrás de a poco, lo que implicar volver a revincularnos con los demás. Asimismo, la situación económica del país y las dudas infundadas y los prejuicios sobre la terapia conspiran en contra del bienestar mental y dificultan el acceso a un profesional.
En este Día de la Salud Mental, Ayelén Marco, neuropsicóloga y terapeuta en conducta contextual (TCC) radicada en Merlo, San Luis, desde 2016, explica sobre el impacto de la pandemia, las dificultades de acceso a las consultas y cómo podemos hacer frente a la depresión.
Sobre la pandemia
“Lo que he visto no son consecuencias del encierro como temor a salir o por la salud, sino un acostumbramiento a la privacidad de la casa y una ansiedad manifestada por el temor a manejarse en la vida cotidiana de nuevo con otras personas, como salir a comprar, eventos sociales, qué pueden pensar los demás en una situación social ‘normal’. Ahora se ve más amenazante por la falta de costumbre de estar con otras personas”, señala Marco.
También advierte el impacto de las restricciones y la sobreinformación respecto de la enfermedad del COVID. “Quedó instaurado esto de los miedos más en las personas mayores. Acá en Merlo hubo poco tiempo de restricción fuerte, pero las personas se mantuvieron con el barbijo y las medidas de seguridad mucho más tiempo del estipulado como obligatorio”, añade.
Diferencias entre el conurbano y Cuyo
Antes de trabajar en la provincia de San Luis, Ayelén ejerció la psicología en Lanús. Sobre las posibles diferencias entre los pacientes que supo tener en el territorio bonaerense previamente y los que tiene actualmente en la provincia cuyana, cuenta: “En Lanús trabajaba en un lugar más de barrio, donde no era un privilegio muy grande acceder al consultorio. Aunque se pagaba de forma particular, llegaba gente quizás un poco más humilde, que hacía más esfuerzo por llegar a la consulta. También se veían problemas de soledad, de depresión en adultos de edades entre los 30 y 50, casos de violencia doméstica, violencia de género”.
«Es una generación atravesada por las exigencias sociales y familiares de ser útiles y que no encuentran su lugar, lo que les gusta, lo que tienen ganas de hacer, y se sienten mal por eso»
Sin embargo, en cuanto a los jóvenes, Ayelén encuentra un problema en común en ambos territorios.
“Jóvenes que no sabían qué decidir sobre su futuro, o se les presentaba como avasallante la exigencia social/familiar de hacer algo, ya sea estudiar, trabajar o dedicarse a algo útil. Eso está muy instaurado. Es una generación atravesada por las exigencias sociales y familiares de ser útiles y que no encuentran su lugar, lo que les gusta, lo que tienen ganas de hacer, y se sienten mal por eso, desde el lado de la ansiedad o de la depresión”, asegura.
Accesibilidad a las terapias
Respecto de la accesibilidad a las consultas y a los tratamientos, Ayelén manifiesta que “hacer terapia en este momento del país y de la salud mental podría considerarse un privilegio en todos los sentidos. Es difícil acceder a terapia y no está bueno. Los servicios públicos están colapsados acá en Merlo. Hay mucha precarización laboral, por lo cual la gente que tiene obra social es menos de la que debería, y los profesionales que atienden por obras sociales también están muy demandados”.
“Las obras sociales pagan poco y con mucho retraso, entonces todo lo que implica el camino desde las personas hasta llegar a pedir ayuda, que se las puedan brindar, que haya profesionales bien formados y atiendan de forma ética a los pacientes es un camino largo y que no podría acceder toda la gente que nos gustaría que pudieran tener su tratamiento de calidad y con la frecuencia que sería ideal. Es una realidad que vivimos. También los tiempos, los horarios, el trabajo, y las responsabilidades hacen que las personas acudan menos a terapia”, apunta Marco.
«Es importante tomar conciencia de cuáles son las problemáticas sociales y las necesidades sociales que se viven en los territorios y en las personas»
“Invertir en la salud mental es un tema que algunos lo ponen en prioridad y lo pueden lograr, y otros no pueden hacerlo. No pueden llevar la consulta, los turnos se le dan espaciado y no pueden tener el servicio que están necesitando en la forma que lo están necesitando. Es una situación muy compleja”, señala Ayelén. Además, señala que es “importante tomar conciencia de cuáles son las problemáticas sociales y las necesidades sociales que se viven en los territorios y en las personas”.
La importancia de tratar la depresión
Sobre la depresión, un tema muy instalado en estos tiempos y que suele tener consecuencias fatales, Marco considera que es “de suma importancia saber escuchar a las personas cuando hay algo que les molesta, cuando no se sienten bien, cuando necesitan ayuda, y pedir ayuda, decir ‘no puedo con esto y necesito una mano’, tener contención en la familia y los amigos, tener un circulo de contención social y la predisposición de escuchar y validar lo que está diciendo la otra persona”.
Además, la licenciada asegura que hay que evitar decir “bueno no pasa nada, ya vas a estar mejor, vení, vamos a hacer algo para que te distraigas” porque “por ahí no es eso lo que necesita la persona, sino sentirse escuchada y darle el valor a sus palabras y sus emociones”. También recomienda acudir a ayuda profesional.
«La salud mental es tan importante como la salud física»
Como consideración final, la licenciada cuenta: “creo que si hay algo de suma importancia que haya que tomar nota es la importancia de la comodidad de la persona con la que estás hablando. Si tenés algún malestar, alguna inquietud, algo que te lastima o querés cambiar y tiene que ver con tu vida personal, tu privacidad, tu historia, y tomás el coraje de pedir ayuda a un profesional, lo mejor es que la persona que elijas sea afín, y que te sientas cómodo con quien hablás. Para mí, eso es vital cuando llega un paciente al consultorio”.
“Me parece importante que las personas puedan elegir a quién confiarle su vida, que la salud mental es tan importante como la salud física. Entonces también es necesario buscar una persona con quien nos sintamos cómodos para expresar lo que llevamos adentro. Si tienen ganas de pedir ayuda, que se atrevan a saber en quién están confiando. Y que es lindo también saber que a uno como profesional la eligen”, concluyó.
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