A comienzo de esta semana nos tomó por sorpresa a todos la divulgación de un audio del presidente de Brasil, Michel Temer, pactando el pago de un soborno junto a uno de los dueños de JBS, Joesley Batista, para comprar el silencio del condenado Eduardo Cunha, ex jefe de la Cámara de Diputados preso por corrupción, para que no hable de ellos ante la Justicia.
Durante el audio, que dura 30 minutos y fue convalidado el día jueves por la Suprema Corte Federal, se puede oír a Temer advertir “hay que mantener eso”, haciendo referencia al pago que Joesley Batista estaba entregándole a Cunha y al recaudador Lucio Furnaro, detenidos por el Lava Jato, para que permanezcan callados.
En el centro de la escena está Temer, recordado por haber impulsado hace un año atrás el famoso impeachment a la ex mandataria Dilma Rousseff, tras haberla acusado, entre otras cosas, por la violación a la ley presupuestaria, la ley de probidad administrativa por parte de la presidenta y sobre sospechas de implicación de la misma en actos de corrupción en la Petrobras. Sí, como leen, el mismo que fogoneo la destitución de Dilma por corrupción, sin pruebas algunas, es quien avala el pago de un soborno.
Michel Temer salió a hablar en el día de ayer y anunció «No renunciaré. Repito: no renunciaré. Y exijo un esclarecimiento pleno de todo», pese a que desde el Congreso se está solicitando que se realice el mismo proceso que se realizó contra Dilma. Además, en el día de ayer miles de ciudadanos salieron a exigir, bajo la consigna «Fora Temer», la renuncia del actual presidente. Durante la movilización, estuvieron presentes partidos de izquierda pero también muchos brasileros que meses atrás pedían la destitución de Rousseff y se preveé que la movilización convocada para el día domingo sea aun de mayor magnitud.
Nos resta ver si está crisis política que atraviesa Brasil hace meses se finalizará con la renuncia del Michel Temer y la convocatoria a elecciones directas, que por el momento está siendo frenada por los aliados al actual presidente ya que las encuestas posicionan en primer lugar al recordado mandatario Luiz Inácio Lula da Silva.
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