Por la décima fecha de la Superliga Argentina se disputó un nuevo clásico entre Racing e Independiente. La visita se llevó el triunfo por 1 a 0 y estiró aún más su paternidad.
Ambos conjuntos llegaron de forma muy distinta para disputar el clásico: un partido que no importa como vengas siempre estás en la obligación de ganar. Racing venía de ganarle en la Bombonera al puntero Boca Juniors, jugando su mejor partido del semestre y con las ideas bien claras propuestas por su DT. Independiente había sufrido una derrota por el partido de ida de las semifinales de la Copa Sudamericana, el gran objetivo del año, y le llegaba esta difícil situación de afrontar de la mejor manera el clásico.
Sin embargo, no importa cómo llegan sino como culminó el encuentro, uno festejando y otro derrotado con una crisis futbolística muy grande.
El partido se disputó el sábado 25 por la noche con un Cilindro colmado y con un clima de verdadera fiesta. El público estaba ilusionado por ganar el partido, sabiendo que el rival disponía un once totalmente alternativo con jugadores de poca experiencia, a pesar de la presencia de algunos más experimentados como Jonas Gutiérrez. Por su parte Diego Cocca, se la jugaba dejando sentado en el banco de suplentes al máximo referente del plantel y capitán, Lisandro López.
El primer tiempo comenzó con polémica, ya que a los dos minutos del encuentro el árbitro del partido, Germán Delfino a instancias del juez de línea, le anuló de mala manera un gol a Diego Gonzales, lo que significaba que La Academia empezara el partido ganando. Se vio un equipo local bien parado, con intenciones de lastimar a un conjunto visitante nervioso. Sin embargo, la paridad se rompió en el minuto 30´ cuando el central de La Academia, Sergio Vittor perdió la pelota en manos de Leandro Fernandez, que recorrió treinta metros hasta ingresar al área y rematar cruzado, marcando el uno a cero a favor, desatando la locura del banco comandado por Ariel Holan. No obstante, El Rojo se quedó con un jugador menos en el minuto 34´ tras una falta cometida a Lautaro Martinez, el juez le sacó la segunda tarjeta amarilla y lo mandó a las duchas.
El segundo tiempo y con un hombre de más, Cocca hizo ingresar a Lisandro López por Arévalo Ríos, buscando mayor poderío ofensivo. Sin embargo, el local cayó en la desesperación ya que a partir de que Independiente se metía cada vez más en su área, Racing la llenó de centros que eran rechazados con facilidad de la defensa. Recién en el minuto 23´ logró generar una situación de peligro para el arco defendido por Rehak, luego de que tras una serie de rebotes Lautaro Martinez estrelló su remate en el palo, indicando que no era la noche del conjunto racinguista. A pesar de seguir intentando llegar a la igualdad, el marcador no se modificó, dejando así la desazón en todo el público de la academia y la alegría y fervor de Independiente.
En un partido donde el empate hubiera sido lo más justo, los chicos del rojo festejaron sin parar un triunfo de relevancia.
En cambio, en el local la dura derrota sufrida llenó de dudas a todo el mundo, con un Diego Cocca casi afuera de la dirección técnica con una frase contundente: «No quiero hacerle un mal al club, evaluaremos el futuro» sentenció el DT y con un fin de año sin logros ni objetivos cumplidos, tendrán que empezar a preparar el año 2018.
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