Por incumplimiento de pago de sus servicios, la prestación asistencial para afiliados y afiliadas se vio limitada y, en muchos casos, sin efecto. Muchos de las manifestantes se encuentran encadenadas en las inmediaciones de la Gobernación. Alegan deudas de hasta un año.
Silvana Costa, quien presta servicios para la obra social estatal en cuestión, contó lo difícil que es la situación y que muchos de sus compañeros y compañeras están precarizados y con demoras que afectan vivir dignamente.
“Yo soy cuidadora domiciliaria. Estuve 15 días yendo, presentando todos los requisitos que volvieron a pedir, pero no sé cuándo van a pagar. Hay compañeros que no cobran desde julio”, sostuvo Silvana.
Además de la precarización, una de las razones por la que el pago no se realiza -según autoridades- es por la implementación de un nuevo sistema de facturación (SIGAF) que sirve como herramienta informática para gestiones administrativas a nivel presupuestarias, contable y de tesorería para distintos organismos que conforman instituciones del orden público de la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, en lugar de mejorar y agilizar los trámites, simplemente trajo más problemas. Según Silvana “siempre pasa algo para que el sistema funcione.”
Desde las autoridades el silencio es continuo. Incluso, en la jornada de hoy en la que los trabajadores y trabajadoras exigen una respuesta, los únicos que se acercaron a mediar fueron los policías que se encontraban en la Gobernación. Según Silvana «el gobierno está en una crisis y no se sabe nada. Todos se pasan las responsabilidades» y sentencia «Esto no da para más, no tenemos más recursos para vivir»
Numerosos sectores se ven afectados frente a esta situación que se extiende hace meses y, en varios casos, más de un año. Muchas de las prestaciones son a niños, niñas, adultos mayores y personas con discapacidad. Parte de ellos, frente al cese de actividades de quienes los asisten, se ven perjudicados y sin acompañamiento.
Desde la una de la tarde, extendiéndose durante todo el día, la jornada refleja la desesperación de los trabajadores y trabajadoras que además de trabajar en condiciones de precariedad y como monotributistas, deben padecer la ausencia de un gobierno que no se hace responsable de sus medidas.
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