La Universidad Nacional de Avellaneda difundió un nuevo informe sobre economía a través del Observatorio de Políticas Públicas.
En esta oportunidad el informe revela los índices de inflación del mes de mayo y afirma: «La inflación no cede y a esta altura del año es una de las mayores preocupaciones de la sociedad. Como si fuera poco, tras el anuncio del preacuerdo entre el gobierno y el FMI, el Banco Central informó que en 2018 no habrá meta de inflación, lo que muestra a las claras el fracaso de la política antiinflacionaria del gobierno. El abandono de la meta de inflación para este año es un llamado de alerta para los gremios que están negociando paritarias y los que ya las han cerrado. Si el nuevo acuerdo con el FMI lleva implícita la libre flotación del dólar puede darse un nuevo salto en la moneda norteamericana, lo que disparará los precios internos a niveles inesperados. Por esta situación las expectativas de inflación ya rondan el 27%, pero para muchos se trata de un piso, porque nadie arriesga lo que puede llegar a suceder con el tipo de cambio, una variable que también es afectada por cuestiones políticas. El elemento que puede frenar un poco las ansias inflacionarias es el mega ajuste fiscal que el gobierno se habría comprometido en el entendimiento con el FMI, algo que se conocerá el próximo 20 de junio cuando se haga pública la carta de intención. Si se espera un ajuste del orden de los 600.000 millones de pesos, la recesión generada será una contención para el alza de precios. Si bien habrá que ver en qué medida.»
«De este modo los indicadores de precio más relevante ya encendían las luces de alerta desde previa a la escalada del dólar. Con un tipo de cambio nominal por arriba de los 26 pesos se ejercerá una presión extra a la escalada inflacionaria y el proceso de desaceleración de suba de precios se seguirá interrumpido. En paralelo, los trabajadores, en el mejor de los casos, pujan por no perder poder adquisitivo.»
A su vez, el informe concluye: «Esta situación claramente contradice al discurso del gobierno que afirma que la inflación está descendiendo. Muy por el contrario, se están alcanzando niveles históricos, y más aún cuando, a raíz de la devaluación, el incremento en los precios mayoristas termine afectando los minoristas. Que de no hacerlo solo significaría que estamos frente a una fuerte caída del consumo que deflaciona los precios»
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