«Me encantaron como jugadoras, pero acá hay un problema y es que son pareja: yo no trabajo con parejas»
El fútbol femenino se ha convertido en una herramienta para el cambio social. A diferencia del masculino, donde es un tema tabú, grandes estrellas mundiales expresan abiertamente su homosexualidad. Sin embargo, lejos de los grandes flashes, la hostilidad continúa. Julieta Sánchez y su novia lo vivieron en carne propia.
«Me encantaron como jugadoras, pero acá hay un problema y es que son pareja. Yo no trabajo con parejas». Julieta Sánchez y su novia no podían creer lo que acababan de escuchar. Sus probadas capacidades como futbolistas ya no importaban. Haberse elegido como compañeras de vida, de golpe era un impedimento para poder desarrollar su pasión y comenzar a soñar con ser profesionales algún día. La frase, pronunciada por el entrenador de un equipo de la Primera B del fútbol femenino de AFA, resonaba en sus cabezas. Y en sus cuerpos.
Todo ocurrió este lunes 22 de julio, cuando la delantera de 24 años y su pareja, que juega como volante, se presentaron a una prueba con el deseo de ser tenidas en cuenta para disputar el próximo torneo de la segunda categoría del fútbol nacional. La práctica se desarrolló con normalidad. Sin embargo, según le cuenta Julieta a #ElNumeral, en un momento el DT cambió de posición a su pareja y “la puso a jugar de 4 para que no hablaran tanto entre ellas”.
Finalizado el entrenamiento, el técnico se acercó a ellas para decirles que estaba muy conforme con la forma en que habían jugado y que en unos días serían convocadas para entrenar con el plantel oficial para terminar de definir su fichaje. Las chicas se entusiasmaron.
La charla continuó durante unos minutos y el DT se mostró interesado en la historia personal de las jugadoras: les preguntó dónde vivían y si conocían a algunas futbolistas de la zona que habían sido dirigidas por él. Así fue que, casi a la pasada, les comentó que un tiempo atrás había tenido problemas con una jugadora que estaba en pareja con otra mujer. Esa situación, les dio a entender, había impedido el correcto desarrollo de su trabajo.
“Para que no haya malos entendidos, y para que luego no te lleves una sorpresa, te cuento que ella y yo somos pareja”, aclaró rápido Julieta. Fue en ese momento cuando escucharon la respuesta que las descolocó y las decidió a hacer pública la historia.
Sánchez prefiere no exponer la identidad de su novia ni la del entrenador. Tampoco quiere que se sepa en qué club tuvieron que vivir esta situación. “Creo que darlo a conocer es suficiente para que el DT aprenda un poco sobre los prejuicios que dijo no tener. De hecho, nos comentó que ya había sacado del plantel a dos chicas por ser pareja. Con la difusión creo que se dará cuenta de su error y veremos cómo actúa luego”, explica.
Sánchez y su novia, además, son entrenadoras en una escuelita de fútbol para niñas. En la última práctica les contaron a sus jugadoras lo que habían vivido y el equipo decidió apoyarlas en su lucha: “Hablamos en la escuelita para concientizar un poco sobre lo que nos pasó. Si bien ahí no ocurren situaciones de este tipo, ya que siempre tratamos de transmitir buenos valores, decidimos contar lo sucedido y las chicas nos apoyaron mucho. Se sacaron una foto con las pecheras y nosotras tomadas de la mano”, narra Julieta.
A pesar de su postura contra las parejas dentro del plantel, el entrenador no retiró la invitación a para que las futbolistas se sumaran al equipo. Sin embargo, ellas ya tomaron una decisión: “Él nos expresó que quería sentarse a hablar sobre el tema de la pareja con nosotras, pero ni mi novia ni yo pensamos volver al club. No vamos a ocultar lo que somos para poder jugar”.
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