La fina línea entre el fanatismo y la violencia
Bake Off llegó a la gran final que será protagonizada por Damián Pier Basile, Agustina Guz y Samanta Casais. Frente a los rumores de que una de las participantes es profesional, en redes sociales salieron a flote mensajes de odio, información personal, amenazas e incluso un supuesto caso de "homicidio culposo". El fanatismo, la cuarentena y la violencia en redes sociales.
El programa de Telefe es quizás el más esperado de la semana. En la diaria, el fanatismo y los debates en torno a los personajes se expresan con memes. Al final, cada domingo, se espera el momento en el que los concursantes realicen los desafíos propuestos por la producción. Bake Off es un programa que se grabó en 2019 y salió al aire un año después, en pleno contexto de pandemia.
La última semana las repercusiones sobre Samanta Casais, una de las participantes con grandes capacidades en la pastelería, se empezaron a agravar. En un principio se trató del debate dominical: un personaje que mucha gente bancaba, pero mucha más despreciaba. Por su personalidad, por el llanto desenfrenado que larga cada vez que una situación la supera y salir victoriosa en cada desafío.
Ayer, en la segunda semifinal, se enfrentaron Damián Pier Basile, Agustina Guz, Agustina Fontenla y Samanta Casais. Tres desafíos específicos definidos por cada uno de los jurados. La preferida de los twitteros y twitteras era Agustina Fontenla, quien abandonó la competencia y no logró llegar a la gran final. Los desafíos se le complicaron y, frente a la desesperación, la ayuda tardó en llegar. Ante esta situación, la violencia comenzó a escalar: del chiste fácil, de la situación simbólica y didáctica, se construyó un sinfín de agresiones a Samanta, la más discutida desde el primer momento. Samanta tuvo su mejor jornada en el programa, pero por fuera de él, padeció la disconformidad a través de redes sociales.
Comenzaron los chistes, los memes, los datos personales, las amenazas. Según circuló los días previos al programa, la participante trabajó en C5N, es profesional y trabajó en Café San Juan.
En las últimas horas, además, una acusación de homicidio culposo y datos de AFIP que excedieron todo chiste. ¿En qué momento se pierde la diversión para hacerla violenta, hiriente e inescrupulosa?
La producción investiga la situación de Samanta en cuanto a su profesionalidad. De ser profesional, el concurso de pasteleros amateurs abre otra pregunta: ¿Cuánto de lo que vemos en los concursos es cierto?
En caso de ser cierto, ¿la profesionalidad habilita las amenazas, el acoso y los insultos? La audiencia se sintió interpelada con la competencia, sin embargo, es eso: un programa de televisión donde personas se enfrentan por un premio. ¿Nos deberíamos enojar con Samanta o con la producción que siquiera se esforzó por ver su perfil de Instagram? ¿Cómo se define quién participa en una competencia? ¿Y si lo sabían?
¿Si no ayuda porque quiere ganar cueste lo que cueste? ¿Y si ya llegó a una instancia en el que debe ganar el que puede? ¿Desde cuándo la tribuna bilardista fogonea el fair play? Hipocresía con un alto grado de misoginia.
La final está programada para el próximo domingo a partir de las 22.30 hs en Telefe. Probablemente, frente a las acusaciones y el dolor lanatero por la euforia que despierta el programa, el último cruce sea aún más caliente en redes sociales.
Y si fue la misma producción de telefe la que filtró todos estos datos? Es obvio que esto hace que se levante el rating, publicidad buena o mala es publicidad, y a mas rating mas caro pueden cobrar cada segundo en la tanda. En el medio queda esta pobre chica, que parte de culpa también tiene, sabía que estaba rompiendo las reglas al anotarse en Bake off.