En julio se registró repunte industrial en relación con 2019
El Observatorio de Políticas Públicas de la UNDAV analiza la utilización de la capacidad industrial instalada. Afirman que "ya se apagan menos máquinas en plena pandemia que en el último año del Gobierno de Macri".
Las políticas económicas contracíclicas lograron reducir al mínimo el daño generado por la crisis mundial provocada por la pandemia. La prohibición de despidos, el congelamiento tarifario, los créditos al 24% y el ATP permitió que no se deterioren tanto la cantidad de empresas y los empleos.
En julio se registraron incrementos en la producción industrial en relación a julio del año pasado. Maquinaria agropecuaria, Vino, Molienda de cereales y Productos de arcilla y cerámica no refractaria fueron los subsectores que más incrementaron su producción con relación a mismo período del año pasado, con 15,4%, 15,8%, 17,5% y 29,8% respectivamente. A su vez, Carrocerías, remolques y semirremolques expandió su producción en 2,9%, por su parte, Productos farmacéuticos lo hizo en 3,5%. Asimismo, Productos lácteos registró un aumento interanual de 3,7%. Por último, Agroquímicos tuvo una suba de 11,3%, similar performance experimentó Detergentes, jabones y productos personales con 11,7%, al igual que Pinturas con un 12,7%.
El gobierno nacional llevó adelante una política contracíclica, los paquetes económicos-sociales aplicados con el objetivo de amortiguar las consecuencias del parate de la actividad económica permitieron que el daño sea menor, los ATP evitaron el cierre de miles de empresas y los IFE sostuvieron la demanda agregada posibilitando el sostenimiento de la actividad económica.
La recuperación industrial se vio traccionada por el dinamismo de la venta de autos. Los datos de creciente producción a partir de mayo son alentadores con la incipiente recuperación, tal es así que en agosto se volvió a producir a niveles similares a 2019.
La semana pasada se anunció desde el Ministerio de Desarrollo Productivo un plan de créditos blandos para la venta de motocicletas. Todo esto contribuye a una recuperación más rápida hacia el futuro, así mismo se evidencia sensible mejora en materia de empleo. Tras la pandemia, como era de esperarse se habían disparado los REPRO y pedidos preventivos de crisis. No obstante, en el mes de julio el porcentaje de empresas que los solicitó ya se encuentra en niveles similares a 2019.
De la mano de la obra pública se observan resultados muy positivos en la construcción, especialmente en su dimensión federal: en la mitad de las provincias la demanda de cemento ya es mayor que en el mismo periodo de 2019.
La obra pública es el principal factor de las explicaciones sobre la recuperación industrial paulatina. La construcción privada, en cambio, se encuentra todavía restringida (en mayor o menor medida) en el AMBA y en otras partes del país.
Algunas de las obras de inversión pública son:
- El plan federal Argentina Hace, con pequeñas obras en todo el país
- Los hospitales modulares de emergencia y las obras en la infraestructura de salud
- El programa Nacional de Infraestructura Universitaria (con 63 proyectos para universidades nacionales)
- La paulatina marcha de 270 obras en todo el territorio, que incluyen la construcción de autovías y de obras paralizadas hace más de un año
- El PROCREAR recientemente relanzado (con la intención de construir 14 mil nuevas viviendas además de los múltiples créditos baratos para refacciones y ampliaciones para el hogar)
- Las obras de agua potable y cloacas de AYSA
- El programa quinquenal de la provincia de Buenos Aires (que pretende destinar 800 mil millones de pesos hasta 2024 en obra pública de distinto tipo)
Por otro lado, distintos programas de las provincias en materia de obra pública, entre otros, comenzaron a ejecutarse en mayo a lo largo del país. Esto también dio pie a la recuperación de la construcción que se generalizó en junio y continuó en julio, retomando los niveles pre-pandemia.
La industria manufacturera fue una de las más golpeadas por las políticas llevadas adelante por la administración anterior.
Incluso en la etapa relativamente positiva desde lo económico, entre fines de 2016 e inicios del 2018, el sector industrial cayó ininterrumpidamente. Tal es así que en entre 2016 y 2019 se perdieron más de 160.000 puestos de trabajo formales y cerraron 25.000 empresas. En consecuencia, uno de los grandes ejes del actual gobierno es volver a recomponer y dotar a la industria, no solo para el mercado interno, sino también lograr mayores saldos exportables con mayor valor agregado, algo esencial para superar la restricción externa histórica de nuestro país.
Uno de los sectores de la industria manufacturera que viene mostrando un buen dinamismo en materia de recuperación es la industria metalúrgica. La UCI de julio se encontró en 51,5%, nivel más alto desde diciembre del 2019, mientras que la variación de la producción interanual presentó una contracción de 5,2%, la más baja en más de un año de la serie, por lo que la contracción de la producción se desaceleró claramente.
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Fuente: Observatorio de Políticas Públicas UNDAV
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