Es Tuyo, del Barrio, de Todes

«Nuestro aprendizaje está signado por la pornografía en una sociedad patriarcal y machista»

Gladys Larocca es psicóloga y sexóloga. En diálogo con El Numeral, propone una mirada integral que permita el reencuentro con el amor y la libertad, más allá de todas las estructuras que nos imponen y pesan.

Gladys explica con paciencia docente cada una de las preguntas. En tiempos pandémicos dónde nuestra manera de pensar se puso en jaque, donde se están rompiendo estructuras y estamos en una búsqueda de algo nuevo ella nos convoca. En su bio explica que conjuga la psicología, la sexualidad y los saberes ancestrales para acompañar al re-encuentro del amor y la libertad. 

Pero, ¿Qué significa poder bucear en tantas cuestiones cuando hablamos de sexualidad? 

Gladys explica que fueron sus propios pacientes la que la llevaron a integrar otras disciplinas. Que cuando era una niña le gustaba observar la naturaleza, sobre todo los caracoles. Dice que la otra cara la entendió cuando sus hermanos varones pisaban el caracol que ella venía observando. Apela a buscar al niñe sabio en nuestro interior. Explica que el feminismo trae cambios no solo para las mujeres sino para los varones. Ella celebra que en su consultorio los varones puedan hablar de disfunciones, para correr esa crianza del “pibe canchero y malicioso”.

¿En qué consiste esta mirada que propones?

Amplificar el vórtice de la energía a todes. Unir la mujer de ciencia y la mujer de la espiritualidad. Con mis pacientes trabajamos en un camino en el que aprendemos que no solo somos flores, sino que en esta travesía también nos encontramos con espinas. Indagar en la sexualidad a veces es oscuro y doloroso. Hay muchas historias de dolor que hay que trabajarlas con mucho compromiso para convertirlas en historias de resiliencia.  Así surge la necesidad de integrar mi experiencia en sexualidad con la sabiduría ancestral. 

¿Cómo se conjugan la ciencia con la espiritualidad? 

Mezclando herramientas se conjugan los saberes para poder lograr una empatía. Conectar con el otre me permite tener cierta flexibilidad para aplicar a diferentes situaciones como ansiedad o depresión que influyen en la sexualidad. Hay síntomas en el cuerpo que son miedos o trabas. No hay soluciones mágicas ni urgentes. Esta sociedad capitalista, patriarcal, exigente y pedigüeña que nada le viene bien. Mi espacio es de apertura para poder sentir confianza. Amerita conocernos. Agradezco a la medicina porque me dio mucho, pero también integro otras cosas para poder ayudar a las personas a hacer un diagnóstico de situación. 

¿Qué es la sexualidad amorosa?

Acá surge la psicología vincular. Me contacto con una nueva parte que es la filosofía. Para poder llegar desde un lugar respetado y amoroso. Por eso hablo de #sexualidadamorosa en mis redes. La pandemia trae miedos, contagio un nuevo paradigma. Veo mucha queja, mucha crítica, mucha violencia. Nos exige pensar. Y no sabemos pensar porque desde chiquites nos enseñan a repetir, a aprender una regla matemática. Propongo una reflexión, vivir esta nueva experiencia de la que no saldremos indemnes. No correr con el tiempo y su exigencia. Un tiempo sin tiempo. Sin la necesidad de dominarlo todo. 

Romper también con los conceptos que traemos. ¿Por qué crees que surgen tantas problemáticas y es necesario romper con esas estructuras? 

Porque nuestro aprendizaje está signado por la pornografía en una sociedad patriarcal y machista que solo concibe los problemas en la erección, la penetración y la eyaculación. Cuando aprendemos que la sexualidad solo tiene que ver con lo pornográfico hay una necesidad de desarmar y re habitar este lugar. Nuestros mayores órganos sexuales son la piel y el cerebro. Armar esto es un gran trabajo. Andar un nuevo camino que nos permita disfrutar en libertad de sentir y vivir y expresar en ese encuentro de cuerpos mucho más allá de lo que nos han podido enseñar. 

Nos falta ternura. Conectar con nuestra naturaleza salvaje, maravillosa, creativa y productiva. Disfrutar en libertad sin la mirada del otro. Sin juicios propios ni ajenos. Sin creencias en cómo debo encontrarme en esa situación. No somos un pene y una vagina. 

¿Qué es una buena sexualidad?

Una buena sexualidad nos permita disfrutar en libertad, sin estigmas, sin la mirada del otre. Gozas más allá de los géneros, de los posicionamientos políticos o económicos. Poder hacer terapia, sostenerla y cambiar el paradigma. Este aislamiento viene a sacar lo mejor y lo peor de cada uno. Hay espacios de ayuda. Para cada búsqueda hay una modalidad terapéutica diferente y eso lo tenemos que saber. 

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