Prisión preventiva para el policía que mató a Luciano Olivera
La medida recae sobre Maximiliano González, imputado por "homicidio triplemente agravado por haber sido cometido por miembro de una fuerza de seguridad, mediante el empleo de armas de fuego y con alevosía".
La Justicia de Mar del Plata dictó prisión preventiva para el policía bonaerense acusado de matar de un disparo en el pecho a Luciano Olivera. El hecho ocurrió el último 10 de diciembre en la localidad de Miramar.
La medida que recayó sobre el efectivo Maximiliano Abel González la dispuso el Juez Saúl Errandonea del Juzgado de Garantías 2 de Mar del Plata.
El delito es: «homicidio triplemente agravado por ser una fuerza de seguridad, mediante el empleo de armas de fuego y con alevosía». A partir del fallo del juez, el imputado seguirá alojado en la Unidad Penal 44 de Batán. Posteriormente, según el delito podría ser condenado a perpetua.
En un primer momento, la fiscal había solicitado una pronta detención por el peligro de entorpecimiento de la investigación y consideró que «existen indicios de que el imputado en libertad intentaría fugar y de esta forma eludir la acción de la justicia; atento el monto de pena prevista para el delito que se le atribuye; sumado a la circunstancia que resulta ser efectivo policial; pudiendo en libertad contar con recursos para sustraerse a la investigación o entorpecer la misma».
El hecho y las pruebas
A través de diversos testimonios y pruebas obtenidas por la investigación, claro está que González asesinó a Luciano Olivera, de 16 años, en la madrugada del vienes 10 de diciembre.
Según lo relatado en su pedido de prisión, personal policial se encontraba realizando tareas de prevención de delitos en la vía publica hasta que les alertaron por radio que había música fuerte en el anfiteatro de la plaza céntrica.
Rápidamente el patrullero comenzó el seguimiento de una moto conducida por el adolescente hasta las calles 32 y 34. Allí Luciano se encuentra de frente con otro patrullero que se incorporó a la interceptación de la víctima.
El móvil policial frenó bruscamente, descendiendo tres policías y quedando un cuarto dentro del vehículo, y este último habría dado la voz de alto.
Según la fiscalía el oficial Maximiliano González, quien había descendido del lado izquierdo trasero del aludido móvil policial, y actuando sobre seguro sacó su arma reglamentaria y disparó sorpresivamente. El disparo fue mortal, impactando en la zona abdominal atravesando órganos vitales.
Cabe destacar que las pericias determinaron un normal funcionamiento del arma, es decir, se descarta totalmente que haya sido un disparo accidental.
Por su parte, el policía se negó a declarar las dos veces que fue indagado por la fiscal de la causa. Mientras que los otros 3 involucrados fueron acusados del delito de «encubrimiento doblemente agravado».
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