Borges: 4 cuentos imprescindibles
Jorge Luis Borges fue uno de los escritores más reconocidos del mundo. Por eso hoy les traemos 4 de sus cuentos para entrar en su mundo.
Cuando uno lee o escucha el nombre de Jorge Luis Borges casi siempre piensa o dice: «No. Yo no leo sus cuentos, son muy difíciles». O «yo intenté leerlo varias veces pero nunca lo entendí«. Y hay que decirlo: los escritos de Borges no son fáciles. No están libres de palabras difíciles o párrafos complejos. Pero eso no los hace menos atractivos. A veces el atractivo está en lo complejo, en lo distinto.
Por eso, y porque siempre creí y creo en darle a algunos autores más de una oportunidad, les traemos hoy 4 cuentos de este autor increíble. Para que le demos otra chance y así, por lo menos, vamos a poder decir que lo intentamos más de una vez.
Las ruinas circulares
En 1940 la revista literaria Sur publicó el que se convirtió en uno de los cuentos más icónicos de Borges. En 1941, se publicó por segunda vez cuando fue incluido en la colección «El jardín de senderos que se bifurcan«, y en 1944 llegó el momento de volcarlo en el libro «Ficciones«.
La trama es compleja y su título no podría definirla mejor. Nos sumergimos en la historia de un hombre que llega a las ruinas de un antiguo templo circular. Y tiene un solo objetivo: crear un ser humano a través del sueño y hacerlo real. Pero los primeros intentos no le funcionan. A pesar de esto seguirá intentando hasta que descubre un impactante secreto.
Funes el memorioso
El año 1944 y el libro «Ficciones» vieron nacer la historia de un personaje muy especial.
El cuento nos presenta la historia de un estudiante porteño con Ireneo Funes, un joven de Fray Bentos, Uruguay. Funes tenía algo que lo hacía especial: después de un accidente a los 19 años despertó con una memoria prodigiosa y detallada. Ahora tenía la capacidad de recordar absolutamente todo, por más pequeño que sea el recuerdo o el dato.
Así, Borges plantea que Funes podía tener una gran memoria pero había algo que no tenía: la capacidad de pensar. Porque para el autor «pensar es olvidar diferencias, es generalizar, abstraer”.
El otro
Este particular cuento vio la luz en 1975 e integra las páginas de «El libro de arena». Y digo particular porque la trama lo es. Hay que admitirlo, es raro leer un libro en donde los protagonistas son la misma persona con edades diferentes y en distintos momentos de la vida.
Una vez más, el protagonista es el propio Borges. En este cuento el viejo Borges, sentado en un banco en Boston, se encuentra con un joven. Pero al conversar con él se da cuenta de que el hombre es él mismo cuando era joven.
Así, el Borges anciano ve en su «yo» joven sus equivocaciones y contradicciones. Y es por eso que va a intentar enseñarle algunas cosas aunque para él «aconsejar o discutir era inútil, porque su inevitable destino era ser el que soy».
La biblioteca de Babel
En 1941 Borges fue a Mar del Plata para cambiar de aire. Y fue ahí donde surgió la inspiración para escribir este cuento tan particular.
La historia se sitúa en una realidad donde el universo es una biblioteca infinita compuesta por infinitas habitaciones hexagonales. La biblioteca contiene infinitos volúmenes donde los signos (las letras) se combinan de manera infinita. Y según el autor, en todas esas combinaciones debe haber una y solo una que guarde la verdad del universo. Los bibliotecarios, entonces, realizan interpretaciones en busca de ese libro e intentan encontrar aquel libro que les revele su futuro.
Así, con estos 4 libros vamos a poder sumergirnos en el universo borgiano, vamos a poder sentir que jugamos con el tiempo, porque como lo dijo el propio Borges una vez:
«El tiempo es el mejor antologista, o el único, tal vez»
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