Día del padre: 3 canciones para este día tan especial

Hoy 19 de junio se celebra en Argentina el Dia del Padre. Y como forma de homenaje, varios artistas escribieron y siguen escribiendo canciones para hablar de los padres, de una figura que con el paso de los años fue cambiando y deconstruyéndose. Por eso, hoy les traemos 3 canciones que hablan de esa figura, que narran historias y cuentan experiencias.

Papá cuéntame otra vez

En 1997 el cantautor español Ismael Serrano lanzó el disco «Atrapados en azul» en el que incluía esta canción. Con una letra profunda y directa le habla a su padre. Un padre que fue un luchador de la revolución del mayo francés del 68′. En estas líneas, se mezcla la melancolía y el reconocimiento pero también la rabia y los reproches. Quien canta le reprocha a su padre y a toda su generación, desde sus apenas 20 años que «no han podido conseguir nada, que fracasaron en su revolución«.

Así, expresa que la derrota fue dura y que al final nada ha cambiado desde su visión. Según el propio Ismael Serrano: «era un reproche a esa generación por el fracaso del mundo en el que nos tocaba vivir. Me parecía que el relato que habían hecho de su juventud, un relato de épica dorada, pues omitía una parte de renuncia que merecía ser reconocida».

Father and Son

En 1970 el cantautor británico Cat Stevens lanzó esta canción que incluyó en el disco «Tea for the Tillerman». En sus versos, se encuentra la voz del padre y la del hijo. Para ello, el músico utiliza una voz más grave en los momentos donde habla el padre, y más aguda cuando le toca al hijo tomar la palabra.

En esos días, ambos discuten ante sus diferencias. El padre intenta aconsejar a su hijo acerca de su futuro y le plantea la necesidad de reflexionar. Pero el joven quiere independizarse, buscar su propio camino. Además, refleja en su planteo la historia de muchos jóvenes que buscan abrirse del camino que le imponen sus padres, mientras éstos los aconsejan tomar las cosas con calma.

Asimismo, expresa lo incomprendidos que se sienten los adolescentes y los jóvenes cuando transitan esta etapa de su vida, donde buscan encontrar su lugar en el mundo. La canción cierra con una frase que deja a las generaciones más grandes reflexionando.

“Desde el momento en que pude hablar me ordenaron escuchar. Ahora tengo un camino y sé que tengo que irme”, aseguró.

Fina estampa

A pesar de haber sido compuesta en 1956, esta canción fue incluida en un disco de su compositora, Chabuca Granda, recién en el año 1973. Chabuca la interpretó en vivo en varias oportunidades, pero hasta ese momento no la había inmortalizado en un álbum.

La artista le dedica esta canción a su padre Eduardo Antonio Granda San Bartolomé, un ingeniero de minas. En sus versos habla de los momentos compartidos con su padre, a quien define como un «caballero de fina estampa». Así, define también la elegancia de la vestimenta de la burguesía de aquellos años en Perú. Y en sus estrofas narra los paseos con su padre, quien la llevaba a recorrer los patios, plazas  calles del barrio mientras ambos sentían el perfume de las flores.

La canción fue popularizada internacionalmente por la cantante española María Dolores Pradera. Pero también fue versionada por artistas como Soledad Pastorutti, Fito Páez y Celia Cruz. Pero, sin dudas, la más recordada es la versión en ritmo de bossa nova hecha por el brasileño Caetano Veloso​. Con un amor infinito hacia su padre, indica: «a mi padre, don Eduardo Granda y San Bartolomé… aunque me sea imposible describirlo, escribí esta canción. Fue mi mejor y más grande amigo».

Y así cerramos este homenaje a los padres. Esa figura que como dijimos al comienzo cambia y se deconstruye.