Caminito: una historia llena de colores
Si uno escucha la palabra "Caminito" piensa en el barrio de La Boca, en sus colores tan característicos y en el arte. Por su historia, hoy vamos a hablar de una calle tan especial como única.
Caminito es un nombre que resuena en todos nosotros. Ya sea por sus colores, sus bailarines de tango, sus conventillos de colores vibrantes o sus negocios repletos de artículos del club Boca Juniors, atrae a cientos de turistas por día. Sin embargo, tiene una historia que no todos conocen. Y es por eso que hoy traemos esa historia. Porque merece ser contada y porque siempre es necesario rescatar esos elementos de nuestra cultura que nos hacen quienes somos.
Caminito antes de Caminito
Para conocer su historia vamos desde el principio. Caminito es una calle peatonal que se encuentra en el barrio porteño de La Boca.
Este sendero se extiende a lo largo de una curva de unos 150 metros. Está delimitada por las calles Araoz de Lamadrid (al norte), Garibaldi (al oeste), Magallanes (al sur) y Del Valle Iberlucea (al este). Pero su forma no es una casualidad. Tiene su propia historia. En ese mismo lugar fluía un arroyo que desembocaba en el Riachuelo. Pero en el año 1866 la empresa Ferrocarril Buenos Aires a Ensenada construyó un ramal de cargas entre la Estación «General Brown» y la Estación «Muelles de la Boca».
Pasaron más de 20 años hasta que la empresa «Ferrocarril del Sud» se hizo cargo de la concesión del servicio, que finalmente clausuró en 1928. Y así la vía comenzó a deteriorarse y llenarse de basura.
Los inicios
Más de 30 años después, en 1950, un grupo de vecinos entre los que se encontraba el reconocido pintor boquense Benito Quinquela Martín, decidieron recuperar el lugar. Fue así que en 1959 por iniciativa del pintor, el gobierno municipal construyó la «calle museo».
En ese preciso instante fue necesario ponerle un nombre. Surgió la idea de usar el nombre del tango «Caminito» escrito por Gabino Coria Peñaloza. Y así se hizo, aunque Peñaloza no aprobó el evento. ¿El motivo? El caminito que inspiró sus versos no era el de La Boca, sino uno en la provincia de La Rioja, a decenas de kilómetros de ahí.
Un universo de colores
Caminito es en sí mismo muy especial. Son muchos los colores que lo pintan y es esa variedad lo que lo hace tan especial.
En sus orígenes en esta calle primaban conventillos en los que vivían inmigrantes de distintas nacionalidades (mayormente italianos) que llegaban al país en busca de una mejor calidad de vida. Así, ellos fueron armando sus casas con pedazos de chapa y comenzaron a pintarlas de diferentes colores con la pintura que sobraba de los barcos que llegaban al puerto. Aquello que surgió sin demasiada relevancia fue lo que le dio su sello tan particular.
Porque Caminito tiene varias cosas dentro de su identidad: tiene a Boca Juniors, al tango, a Quinquela y a sus colores. Y todo eso lo hace único e irrepetible.
Quinquela y la sonrisa de colores
Benito Quinquela Martín sin dudas fue uno de los creadores de la identidad de Caminito. Él planteó hace decenas de años la necesidad de intervenir con colores ese lugar.
Para él, el color influía en el ánimo y el carácter de las personas. Por eso propuso dar color a todo el barrio, hasta en los detalles más mínimos: pintó con colores estridentes los frentes de las casas, las aulas de la escuela-museo, e incluso los delantales de las maestras. Además, logró que decenas de artistas reconocidos donaran algunas de sus obras para que fueran expuestas para ser disfrutadas por la gente de forma gratuita.
El presente
Después de meses de trabajo, este año finalizó la restauración y puesta en valor de Caminito con la recuperación de los colores originales que ideó Quinquela Martín. Se logró hacer esto gracias a fotografías históricas de la época y a imágenes publicadas en la revista National Geographic en 1959. Esto permitió rescatar la paleta de colores utilizada por el artista para que quede tal y como él lo había soñado.
A esto se le sumó lo realizado en 2015, cuando al cumplirse el 125º aniversario del natalicio de Benito Quinquela Martín el Museo de Bellas Artes de La Boca le propuso a la comunidad cumplir otro de los sueños del artista.
El proyecto consistió en pintar de colores las veredas y la calzada de la Avenida Pedro de Mendoza, en el tramo que se encuentra frente del edificio de la Escuela-Museo y el Museo de Bellas Artes de La Boca. Para esto, se convocó a toda la comunidad, instituciones, comunidades educativas, artistas, vecinos y todo el que quisiera sumarse. De esta forma , la vereda quedó como Quinquela la soñó. Porque con la vereda pintada de colores, “La Boca sería como una inmensa sonrisa junto al Riachuelo”.
Y así, Caminito que está entre los 10 lugares más fotografiados del mundo -según estadísticas de Google Maps- cuenta su historia a cada paso. En cada rincón, en cada casa, en cada vereda, un pedazo de cultura espera ser descubierto y disfrutado.
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