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Juicio por Blas Correa | Amnistía Internacional acompañará el proceso

El adolescente de 17 años fue asesinado a balazos durante un control vehicular en la madrugada del 6 de agosto de 2020 en la capital cordobesa. Este miércoles comenzó el juicio a 13 policías.

La organización Amnistía Internacional Argentina comprometió su acompañamiento y monitoreo en el juicio que comenzó este miércoles en Córdoba por el homicidio de Valentino Blas Correa, el adolescente asesinado a balazos durante un control vehicular en la madrugada del seis de agosto del 2020.

“Vamos a estar acompañando y monitoreando para que el juicio se de en un contexto de imparcialidad y para garantizar justicia. Condena para que no haya más impunidad”, destacó en una conferencia de prensa la directora adjunta de Amnistía Internacional Argentina, Paola García Rey.

“Vamos a estar acompañando y monitoreando para que el juicio se de en un contexto de imparcialidad y para garantizar justicia. Condena para que no haya más impunidad”

AMNISTÍA INTERNACIONAL

La conferencia se realizó en un hotel del centro de Córdoba. Allí la directora del organismo afirmó que el asesinato de Blas Correas marcó un punto de inflexión. Sostuvo que “la sociedad no va a admitir que sea otro caso de violencia institucional que quede impune”.

“El ejercicio de institucionalizar la violencia policial en Córdoba es un tema que urgente nos propone hacer una reflexión y una reconstrucción de la confianza de la sociedad con las fuerzas de seguridad y con la justicia”, añadió.

Además, la directora de Amnistía aprovechó el momento para exigirle a la justicia cordobesa que esté a la altura de las circunstancias, ya que deberá tener la capacidad de investigarse a si mismos.

La funcionaria estuvo acompañada por Soledad Laciar, mamá de Valentín, quien manifestó que lo que pasó con su hijo y con la investigación posterior.

“El asesinato de Blas fue obsceno, el plantar un arma fue obsceno, el encubrimiento fue obsceno, el silencio y la actitud del Gobierno también. (…) Dejó al descubierto la manera de obrar de la policía de Córdoba. Hay responsabilidades políticas que no están en este juicio. Es momento que la justicia diga basta”, aseveró la mamá de la víctima.

“El asesinato de Blas fue obsceno. (…) Dejó al descubierto la manera de obrar de la policía de Córdoba. Hay responsabilidades políticas que no están en este juicio. Es momento que la justicia diga basta”

MAMÁ DE VALENTÍN

El hermano del adolescente asesinado también cuestionó el accionar policial y pidió por un estado de democracia. “Estas situaciones de violencia institucional no deberían estar pasando”, aseveró.

Por último Alejandro Pérez Moreno, el abogado que representa a la familia, aseguró que durante el proceso de enjuiciamiento se va a lograr acreditar con certeza la participación de cada uno de los 13 acusados.

Además adelantó que durante el debate oral y público se van a “ventilar nuevas pruebas sobre acciones u omisiones que se cometieron” y que no fueron incorporadas al juicio. Por lo tanto, anunció que se va a pedir una segunda investigación para demostrar responsabilidades políticas en el hecho.

El caso de Blas Correa, otro hecho de gatillo fácil

La madrugada del 6 de agosto, Juan Cruz Camerano Echevarría, de 20 años, conducía un Fiat Argo, junto a cuatro amigos compañeros del colegio, todos de 17 años.

Cuando circulaban sobre avenida Vélez Sarsfield y Romagosa del barrio Colinas, se había montado un control policial de prevención en donde los efectivos hicieron señas al conductor para que descienda la velocidad y se acerque al puesto de seguridad. Aparentemente los adolescente aceleraron y continuaron la marcha.

Camerano Echevarría, en su testimonio, había manifestado que se asustó porque cuando estaba por detenerse observó que uno de los policías empuñaba un arma que lo apuntaba en la cabeza.

Mientras los efectivos policiales notificaban las acciones, uno de ellos, Lucas Damián Gómez (37) efectuó cuatro disparos con su arma reglamentaria contra el automóvil que se movilizaban los jóvenes.

Por su parte, el oficial Javier Catriel Alarcón (33), que también se encontraba en el puesto de control, efectuó dos disparos sobre el vehículo en marcha, aún sabiendo que no había justificación legal para ello.

Las pericias determinaron que uno de los cuatro disparos efectuados por Gómez impactó en la espalda de Blas, provocandole así la muerte.

Lo que podría haber sido una masacre terminó con un solo fallecido, ya que ninguno de los jóvenes sufrió heridas.

Posteriormente, y para simular un enfrentamiento con un grupo armado, los policías plantaron un arma en las cercanías al hecho. Puntualmente en la intersección de las calles Chacabuco y Corrientes.

Los amigos de la víctima lo llevaron hasta el sanatorio Aconcagua, donde se negaron a atenderlo. Cabe destacar que por ese accionar se tramita otra causa que fue elevada a juicio y que tiene a Sergio Casalino, Guadalupe Moya y Paola Andrea Mezzacapo imputados por abandono de persona y “omisión de auxilio”.

Culpables

Los suboficiales Gómez y Alarcón llegan al juicio como coautores de homicidio calificado por haber sido cometido en abuso de su función; homicidio agravado por el empleo de armas de fuego; homicidio calificado por abuso de su función en grado de tentativa reiterado y homicidio agravado por el empleo de armas de fuego en grado de tentativa reiterado.

En tanto los restantes acusados, todos policías, son Sergio Alejandro González, Wanda Micaela Esquivel, Yamila Florencia Martínez, Walter Eduardo Soria, Enzo Gustavo Quiroga, Jorge Ariel Galleguillo, Leonardo Alejandro Martínez, Rodrigo Emanuel Toloza, Ezequiel Agustín Vélez, Leandro Alexis Quevedo y Juan Antonio Gatica llegan al juicio por falso testimonio, encubrimiento por favorecimiento personal agravado por la calidad funcional y omisión de deberes de funcionario público.

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