Uno de los amigos que fue a pasar sus vacaciones a Villa Gesell con Fernando Báez Sosa cuando fue asesinado, aseguró que vió cuando Máximo Thomsen, uno de los ocho imputados, atacó al joven de 18 años de una patada “con odio, con brutalidad y con intención de matar, mientras que otros arengaban diciendo: negro de mierda”. 

En su declaración ante el Tribunal Oral Criminal 1 de Dolores, Luciano Bonamaison afirmó que se trató de una especie de emboscada, que los agresores eran siete u ocho y que afuera del boliche Le Brique “buscaban directamente a Fernando”.

“Lo patearon con odio, con brutalidad y con intención de matar, mientras que otros arengaban diciendo negro de mierda”

LUCIANO BONAMAISON, AMIGO DE FERNANDO Y TESTIGO

A partir de la lectura de una declaración suya durante el juicio, el joven señaló que uno de los rugbiers que tenía un rodete arengaba la situación diciendo “negro de mierda”.

Ante una serie de preguntas del abogado defensor, Hugo Tomei, Fernando Burlando, dijo que el tono empleado era “una barbaridad” y que estaba amenazando al testigo. Razón por la cual la presidenta del tribunal, María Claudia Castro, pidió al abogado que “modere el interrogatorio”.

Luego declaró Juan Manuel Pereyra Rozas, otro de los amigos que veraneaba con la víctima, quien dijo que no podía precisar quiénes atacaron a Fernando, pero sí identificó a Luciano Pertossi como el imputado que lo golpeó a él mismo y a otro amigo, Tomás D’Alessandro, dentro del boliche, y que lo “incitaba a pelear”.

Asimismo aseguró que él también fue agredido afuera de Le Brique, “desde atrás”, sin poder ver quién lo había golpeado.

Previamente, otro amigo de ellos, Franco Cervera dijo que no vio quién le pegó a Fernando, aunque identificó a Ayrton Viollaz entre los agresores y como quien arengaba al resto.

Otro testimonio clave para la causa, aparte de su grupo de amigos, fue el del jefe de seguridad del boliche, Alejandro “Chiqui” Muñoz, quien fue testigo del ataque y aseguró que uno de los imputados que utilizaba rodete, en referencia a Matías Benicelli, fue quien pateó en la cabeza a Fernando y que desde ese momento “no se levantó nunca más”, pese a lo cual otros agresores “le siguieron pegando”. “Se turnaban para pegarle”, describió el empleado de seguridad.

“¿De qué se ríen hijos de puta? No se pueden reír de nada”

FERNANDO BURLANDO, ABOGADO DE LA FAMILIA

“Estoy a muy corto tiempo de empezar a insultar a todo el mundo. ¿De qué se ríen hijos de puta? No se pueden reír de nada” aseveró Burlando luego de la declaración de Ventura, cuando los medios le preguntaron si en la audiencia algunos de los acusados comenzó a reírse.

En ese sentido, el abogado lanzó: “A pesar de que se rían de una cuestión que no tiene que ver con el juicio, en este templo que es la sala de audiencias además están los padres de Fernando, no pueden hacerlo. Si hicieron eso, son unos reverendos hijos de puta”. 

Con información de Télam