La cultura del punitivismo se cargó a una pareja que perdió a su beba

Gabriel Barrientos y Layla Rivero pasaron cinco días en la cárcel luego de que su beba de 21 días falleciera al ahogarse mientras era amamatada. Al notar que no respiraba, la llevaron al hospital donde fueron denunciados por presuntas lesiones compatibles con un abuso sexual.

La denuncia de los médicos llevó a Silva Breggia, de la Fiscalía Especializada en Conflictos Derivados de la Violencia Familiar y de Género y Delitos contra la Integridad Sexual de La Matanza, a intervenir. Fue Breggia quien dispuso la aprehensión de los padres de Alison Barrientos Rivero.

Permanecieron cinco días en la cárcel, hasta este lunes que fueron liberados tras conocerse la autopsia. El informe determinó que la recién nacida sufrió una asfixia mientras era amamantada. La decisión fue tomada por el juez de Garantías 3 de La Matanza, Rubén Ochipinti, quien decretó el cese de la detención de dos jóvenes de 24 y 26 años.

El calvario que vivieron en la cárcel

El abogado de los padres de la nena de 21 días que falleció de un paro cardíaco en un hospital Balestrini de Ciudad Evita, informó que denunciará a los efectivos de Policía bonaerense por tortura física y psicológica.

En diálogo con Télam, el letrado afirmó que denunciarán al personal médico y a la directora del nosocomio por suministrar información errónea a la justicia.

La denuncia será radicada en los próximos días por el abogado Miguel Ángel Racanelli. Allí se solicitará que se investigue por qué los efectivos no cumplieron la orden de mantener aislados del resto de los reclusos a los padres de la beba. Apunta tanto al personal de la comisaría de Altos de Laferrere como al de la dependencia de San Alberto. Según explicó Racanelli, a los padres “los entregaron y los hicieron moler a palos”.

Por su parte, Barrientos habló con Radio Con Vos y contó lo que vivieron. “Me golpearon en la comisaria, me aislaron. Me decían barbaridades de mí y de mi hija y yo no podía hacer nada porque estaba esposado. Viví un calvario. Imagínese lo que vivió mi pareja. A mi mujer la golpearon por todos lados, la maltrataron física y psicológicamente”, señaló.

“Los primeros dos días no nos dieron ni agua, recibía insultos todo el tiempo y no me dejaban comunicarme con mi familia. Me dijeron que personas como yo no se merecían ni agua”, continuó el hombre que dijo que se enteró de que su hija había muerto cuando lo llevaron al calabozo.

“No pudimos despedir a nuestra hija, no pudimos darle nuestro último beso como padres”

“No pudimos despedir a nuestra hija, no pudimos darle nuestro último beso como padres”, agregó Layla, quien también brindó detalles sobre su estadía en la cárcel. “Una de las presas me metió una patada en la cara. Y unas 15 o 20 pibas me empezaron a pegar”, contó. También dijo que la presionaban para que denunciara a su pareja por haber abusado de la nena.

El tratamiento mediático

Tras ser acusados por el hospital, el periodista Mauro Szeta publicó una foto de los padres de la beba y los trató de asesinos.

El pasado 7 de febrero escribió en su cuenta de Twitter «Otro bebé, abusado y asesinado por sus padres». A continuación detalló: «Alisón tenía 21 días de vida – Sus progenitores quedaron detenidos por homicidio agravado – La sospecha es que el crimen devino de la violación – En esta nota, el caso. Quiénes son los padres. Qué pena les espera Pasó en San Alberto, La Matanza».